«Me emocionó la entrega de Barcelona»

Julio Aparicio se quedó a las puertas de Madrid en San Isidro, y todo por las malas relaciones entre su apoderado Simón Casas y el empresario de Las Ventas, José Antonio Martínez Uranga. Recién acabado el ciclo de Las Ventas, el torero cuajó una de las faenas más intensas en una plaza de referencia: la Monumental de Barcelona. Dos orejas y una clamorosa puerta grande que recompensa muchos esfuerzos. Del triunfo y de la reconciliación con el empresario de Madrid conversamos ayer. –Hacía más de una década que no toreaba en la Monumental, y triunfó de manera rotunda. –Barcelona tiene una gran afición y es una plaza que me encanta para torear. Iba con una ilusión especial, salí dispuesto, motivado y las cosas rodaron bien. –¿Fue su mejor faena de los últimos tiempos?–No me gusta decidir cuál ha sido mejor, pero es una faena que no se va a olvidar. –¿Qué condiciones vio en el toro para que el toreo fluyera?–Vi que el toro se movía mucho y tenía nobleza, sobre todo por el derecho. –Se habla de inspiración, de relajo, de personalidad...–Lo que más me emocionó fue la entrega del público de Barcelona, tanto en la faena como después, en la puerta grande. Eso fue muy intenso, muy bonito. –Supongo que ya no pasarán tantos años hasta volver a torear en Barcelona.–Han sido circunstancias, pero mi idea es torear en Barcelona muchas tardes. –Dar un toque de atención así después de haberse quedado fuera de San Isidro será muy satisfactorio...–No sé. Yo toreo porque me gusta y tengo que saber que nací con ese sentimiento. Después, cuajar a un toro así es una alegría y una recompensa a todo el entrenamiento. –¿Se acercó a la faena soñada?–Uf, cuando llevas mucho tiempo madurando una cosa, se dan momentos en los que estás muy a gusto y te sientes muy bien, pero siempre puede haber una faena más lograda. –¿Con qué faenas se quedaría de las que ha hecho en todos estos años?–He tenido momentos de sentir cosas importantes delante del toro que, además, son inexplicables, pero hay cuatro o cinco faenas que son para recordarlas. –¿Cuáles?–La de Madrid, otra en Nimes, en Salamanca, en Valencia y Barcelona. –¿Le dolió quedarse fuera de San Isidro porque su apoderado se lleva mal con la empresa?–Sí, claro. Las Ventas es la plaza que me ha dado todo en mi carrera y el público quiere verme. Pero la empresa ha admitido que ha sido una equivocación y me han dicho que me contratarán en otras plazas suyas. –¿Asunto arreglado, entonces?–Si hay algún problema con Simón, que lo solucionen entre ellos. Con los Chopera tengo una amistad buena y no me queda resentimiento por haberme quedado fuera de Madrid. –¿Cómo va a ser la temporada?–Quiero que sea intensa en todos los sentidos. Yo no reniego de ninguna plaza ni de ningún compañero.