Mueren cuatro niños al desplomarse un polideportivo por el fuerte viento

Parecía una mañana tranquila en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). Con mucho viento, eso sí, un equipo infantil de béisbol se entrenaba en un polideportivo a las once de la mañana. Cinco horas más tarde, las banderas del Ayuntamiento ondeaban a media asta y se decretaban tres días de luto. El motivo: el fortísimo viento, de más de 110 kilómetros por hora, hizo salir volando el techo del polideportivo y derrumbó las paredes. Como consecuencia murieron cuatro niños. Otro se encontraba ayer en estado crítico y otros siete -seis de ellos niños- quedaron ingresados en hospitales. Los menores, de entre nueve y doce años, estaban entrenándose al aire libre, pero el fuerte viento les obligó a refugiarse en el edificio anexo. Parte del techo cedió y casi todo el equipo quedó sepultado. El drama es que todo obedeció a órdenes involuntarias del entrenador. Tres niños perdieron la vida al instante y el cuarto falleció cuando ya estaba en el hospital. Los heridos permanecen ingresados en los hospitales de Sant Boi, Sant Joan de Déu y Bellvitge. Los cuerpos de los menores fallecidos fueron trasladados al centro cívico del barrio, Camps Blancs, donde sus familiares protagonizaron escenas de intenso dolor. El fuerte viento consiguió levantar el techo de la instalación, lo que provocó que una grada atrapara al equipo, que quedó bajo las ruinas. El polideportivo fue construido hace 25 años y algunos vecinos se quejaron de su estado. El alcalde del municipio, Jaume Bosch (PSC-PSOE), recalcó que la instalación estaba en «perfecto estado» y aseguró que «fue una viento huracanado excepcional, lo que provocó el fatal derrumbe. Añadió que el pabellón fue remodelado con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 y que «ningún técnico había detectado deficiencias». No obstante, el Ayuntamiento ha encargado un estudio a sus equipos técnicos para esclarecer los hechos. El drama se extendió a toda la población, que recibió la visita del presidente de la Generalitat, José Montilla, y del consejero de Interior, Joan Saura, que alabaron la reacción de los servicios de emergencia. La conmoción en el barrio de Camps Blancs era total, aunque se agradeció el hecho de que la sede de la Policía Local de Sant Boi estuviera a escasos metros del polideportivo. Uno de los niños fallecidos es sobrino de la presidenta del grupo municipal del PP de Sant Boi, Marina Lozano. Tanto el presidente del PP, Mariano Rajoy, como la presidenta del partido en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, transmitieron el pésame a las familias. Todo acto festivo del PP quedó anulado.

Los niños heridos en Sant Boi evolucionan favorablemente y un monitor sigue grave

Los siete niños heridos continúan ingresados pero evolucionan favorablemente, mientras que un monitor sigue grave.
El menor ingresado en Vall d'Hebron está estable dentro de la gravedad, pero evoluciona favorablemente, según confirmó a Europa Press una portavoz del hospital. En cuanto a los seis niños en Sant Joan de Déu, continúan ingresados pero están estables y no se teme por sus vidas. Respecto al monitor, sigue en urgencias de reanimación del Hospital de Bellvitge, por lo que su estado es grave aunque está consciente, indica un portavoz del centro. En el Hospital del Mar está ingresado otro adulto.