Israel

Netanyahu firma un acuerdo de coalición con el partido ultraortodoxo Shas

El Likud, partido del primer ministro designado de Israel,Benjamin Netanyahu, firmó esta madrugada un acuerdo de coalición con el partido ultraortodoxo Shas, según informó el líder de estepartido, Eli Yishai. El pacto dejaría al líder conservador cerca deconseguir los apoyos necesarios para la formación de Gobierno. Shas, que obtuvo once escaños parlamentarios en las eleccionescelebradas el pasado 10 de febrero, se une así al Likud y a YisraelBeitenu en un ya más que probable Ejecutivo de tendencia derechista."Israel tiene que enfrentarse a diversos retos, tanto económicos y sociales como diplomáticos y de seguridad", señaló Yishai tras lafirma del acuerdo. "Lo correcto es que combinemos nuestras fuerzas yformemos un Gobierno amplio", añadió.El diputado del Likud Gideon Saar, miembro del equipo negociador de Netanyahu, aseguró que su partido espera alcanzar en los próximos días nuevos acuerdos que permitan establecer un Ejecutivo másnumeroso."Ahora tenemos 53 diputados vinculados a los acuerdos de coaliciónencabezados por Benjamin Netanyahu y en los próximos días trabajaremos para ampliar las bases de apoyo a su Gobierno", agregó Saar.Netanyahu, que ya ejerció como primer ministro entre 1996 y 1999, tiene hasta el 3 de abril para obtener los apoyos necesarios que le permitan formar Gobierno, tarea que le fue encomendada el mes pasado por el presidente israelí, Shimon Peres.Ahora Netanyahu tratará de alcanzar un pacto con los laboristas,que obtuvieron tan solo trece asientos parlamentarios en los últimos comicios.El líder laborista y ministro de Defensa saliente, Ehud Barak, dijo que el próximo martes pedirá la aprobación de un acuerdo con el Likud a los miembros ejecutivos de su partido.Barak se enfrenta a una fuerte oposición dentro de sus partido.Los detractores a un acuerdo con el Likud aseguran que alcanzar un pacto de Gobierno con Netanyahu, tras los acuerdos alcanzados por éste con los ultraderechistas de Yisrael Beitenu y los ultraortodoxosos del partido Shas, supondría la sentencia de muerte para los laboristas.