Francia

Unos 50 inmigrantes bloquean la carretera principal de Lampedusa

Unos cincuenta inmigrantes, en su mayoría eritreos y somalís, han bloqueado la carretera principal de la ciudad de Lampedusa, en la isla del mismo nombre, para solicitar a las autoridades que examinen su petición de permiso de residencia, informan medios locales.
El grupo ha anunciado una huelga de hambre y aunque se han registrado momentos de tensión, no ha habido enfrentamientos con la policía.
Los inmigrantes y residentes de la isla de Lampedusa mantienen las espadas en alto, tras la fuga masiva del centro de acogida protagonizada por 1.300 ilegales el pasado sábado, informan medios locales.
Dieciséis mujeres, doce tunecinas y cuatro marroquíes, continúan en huelga de hambre desde anoche en el nuevo Centro de Identificación y Expulsión improvisado en una vieja base militar para protestar contra su inminente repatriación.
La policía comprueba si hay otras personas huidas después que anoche encontrara a ocho inmigrantes escondidos en casas deshabitadas.
Pero la tensión continúa ya que se ha conocido que el ministro de Interior, Roberto Maroni, viajará mañana a Túnez para obtener la luz verde definitiva para un acuerdo que tendrá como resultado inmediato la repatriación de 1.200 tunecinos.
También mañana se celebrará una huelga general contra la decisión del Gobierno de elegir Lampedusa para la creación del nuevo Centro de Identificación y Expulsión de inmigrantes.
El alcalde de Lampedusa, Dino De Rubeis, ha afirmado que la isla «no se convertirá en una cárcel a cielo abierto y no estamos en venta: no nos dejaremos comprar por un plato de lentejas aceptando que nos hagan un campamento para los inmigrantes a cambio de cualquier concesión».
El alcalde y el párroco de la isla, Stefano Nastasi, han pedido la intervención del papa Benedicto XVI «ya indispensable en una situación que tiene una connotación de emergencia humana».
Para el párroco, «El Santo Padre debe decir una palabra para reconfortar a los inmigrantes y al pueblo de Lampedusa, porque antes éramos una isla y ahora estamos aislados».
El Ayuntamiento ha decidido presentar una denuncia ante la Fiscalía de Agrigento (sur de Sicilia) contra Roberto Maroni, al que acusan de retener ilegalmente a los extracomunitarios más de 48 horas en el Centro de Primera Acogida, donde deberían permanecer tres o cuatro días antes de pasar a centros de internamiento de la península.
El pasado sábado 1.300 inmigrantes irregulares escaparon del centro de acogida aprovechando un descuido de las fuerzas del orden que lo controlan y tras forzar la valla que lo rodea y marcharon en manifestación hacia el centro de la isla, pidiendo «libertad» y «ayuda» y exigiendo ser trasladados a la península italiana.
Los irregulares se manifestaron ante el ayuntamiento de la isla, la más meridional de Italia, distante un centenar de kilómetros de las costas africanas y considerada una de las «puertas» de Europa utilizada por los inmigrantes que buscan un futuro mejor en el viejo continente.
Los indocumentados exigieron ser trasladados al centro de acogida de Brínsidi, en el sur de Italia, para desde allí trasladarse a Francia, Alemania o al norte de Italia.