Alemania
Las joyas robadas en el museo de Dresde podrían desaparecer para siempre
La Policía teme que los ladrones las destruyan para fundir los metales y vender las piedras preciosas por separado. Hallado calcinado el coche donde huyeron
La resolución del robo del año en Alemania, y quizás del siglo, se complica. Quizás se dé finalmente con los autores, si las investigaciones policiales llegan a buen término, pero la recuperación de los tesoros sustraídos de las vitrinas del Museo de la Cúpula Verde de Dresde podría ser imposible.
Los especialistas se temen que los ladrones hayan aprovechado las horas posteriores a la huida para desmontar las piezas, fundir los metales y extraer las piedras preciosas para venderlos por separado.
Al menos, la Policía identificó este martes -un día después del robo- el coche en el que huyeron los ladrones de parte del tesoro real de esta ciudad de Sajonia, de quienes todavía no tiene mayores pistas. "Las investigaciones han confirmado la sospecha de que los ladrones huyeron en un Audi A6 y luego lo quemaron en un garaje en la (calle) Kötzschenbroderstrasse", informó un portavoz de la Policía.
En los restos del automóvil se encontraron rastros provenientes de la cámara del tesoro del Palacio Real, donde tuvo lugar el robo. La citada calle está a unos quince minutos del museo y cerca de la salida a una autopista, por lo que se cree que los ladrones cambiaron de vehículo para proseguir la fuga.
Por otra parte, la Policía considera que la quema de un generador de energía cercano al museo estuvo relacionada con el robo, como ya apuntaban el lunes fuentes próximas a la investigación. La hipótesis que barajan los agentes es que los ladrones lo dejaron inoperativo para que las calles próximas no estuvieran iluminadas en el momento del asalto.
El director del museo, Dirk Syndram, entró este martes por primera vez desde el robo en la sala y pudo constatar que algunos objetos que se creían parte del botín no fueron sustraídos. "No estoy aliviado, pero no estoy tan frustrado como ayer cuando creía que la vitrina había sido vaciada por completo", dijo Syndram.
Se han podido recuperar perlas y parte de los diamantes de la reina de Sajonia. Las joyas están cubiertas por un polvo blanco y ahora se procurará determinar el estado en que se encuentran.
Otra cosa muy distinta es el destino de lo robado. Varios expertos advierten de que nunca se volverán a recuperar, por ejemplo, las espadas con incrustaciones de diamantes y los broches desaparecidos. Son objetos tan famosos y reconocibles que lo más probable es que los autores los fragmenten para colocarlos en el mercado negro.
"Sería algo terrible", ha lamentado este martes la directora de los museos estatales de Dresde, Marion Ackermann. "Estamos hablando de artículos de inestimable valor histórico y cultural. No podemos ponerles un valor exacto porque no tienen precio", añadió.
Los ladrones irrumpieron en la bóveda, conocida en alemán como Grünes Gewölbe de Dresde. Una primera inspección del museo reveló que habían sido sustraídas joyas de diamantes de tres de los conjuntos de la colección, pero que otros siete estaban intactos. Los ladrones habrían acceder a una vitrina que contenía alrededor de 100 objetos, según las fuerzas de seguridad.
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