Macron condiciona la presencia militar en el Sahel

Aprovechando la celebración del 70º aniversario de la OTAN, Emmanuel Macronse se refirió en conferencia de prensa a la situación que se vive en Francia después de la muerte de 13 soldados en Mali. El Gobierno galo se ha enfrentado a las críticas sobre las actuaciones de las 4.500 tropas que están desplegadas en África Occidental, a la vez que el sentimiento anti francés en la zona se ha incrementado y las voces más críticas han mostrado su desprecio con París, al que culpan de ser incapaz de restablecer el orden.

“Me gustaría que los líderes de Mali, Niger, Burkina Faso, Chad y Mauritania aclaren y formalicen sus peticiones respecto a Francia y la comunidad nternacional. ¿Quieren nuestra presencia, la necesitan? Necesito respuestas claras a estas preguntas”, declaraba Macron. El presidente francés ha invitado a los cinco líderes del Sahel a visitar el próximo 16 de diciembre el regimiento del sur de Francia al que pertenecían los soldados caídos la pasada semana. La antigua potencia colonial cuenta con la mayor presencia militar occidental en operaciones de contrainsurgencia en Mali y una gran parte del Sahel, situado al sur del desierto del Sáhara.

En lugar de estabilizarse la situación, la seguridad ha ido empeorando progresivamente como consecuencia del fortalecimiento de la posición de Al Qaeda y el Estado Islámico (EI) en la región, haciendo ingobernables grandes franjas de terreno y avivando la violencia racista, especialmente en Mali y Burkina Faso.

“No puedo mantener la presencia de tropas francesas en el Sahel cuando existe ambigüedad por parte de las autoridades hacia los movimientos anti-franceses y los comentarios realizados a veces por parte de algunos políticos y ministros”, dijo el inquilino del Elíseo.

Con las bajas registradas la semana pasada, la cifra de soldados franceses que han perdido la vida asciende a 38 desde 2013. En este tiempo se han sucedido crecientes movimientos de protesta que abogan por la salida de Francia de la zona, acusando a nuestros vecinos de permanecer allí por razones económicas.

“Después de lo que hemos vivido, creo que nos deben un mínimo de claridad”, decía Macron. “Francia, en contra de lo que se ha dicho a veces, no está allí por motivos neocolonialistas, imperialistas o económicos. Estamos allí para asegurar la seguridad colectiva y de la región”.

El ejemplo más notable de esta hostilidad francesa en el Sahel reside en la publicación por parte de un conocido músico maliense, de un vídeo en las redes sociales diciendo que su presidente, Ibrahim Boubacar Keita, debía dejar de estar sometido a Macron.