Líbano
Los manifestantes vuelven a salir a la calle en Beirut contra el nuevo Gobierno
Las promesas de reforma del nuevo primer ministro, Hasan Diab, no convencen a los jóvenes, que acusan al nuevo Ejecutivo de ser un títere de Irán
Con la formación del nuevo Gobierno se esperaba que trajera estabilidad a Líbano para salir de la crisis económica y del bloqueo político. Sin embargo, los manifestantes rechazan el nuevo Ejecutivo, liderado por el suní Hasan Diab, al que tildan de pro iraní porque están fuera las cuatro fuerzas políticas del bloque 14 de Marzo (cristianos, suníes y drusos) más alienados a Occidente.
A pesar de que Diab en la sesión inaugural del Gobierno, acto que se celebró en el palacio de Baabda, presidido por el presidente Michel Aoun, prometió que su Gobierno de “tecnócratas”, en el que hay seis mujeres ministras, luchará por “la independencia” del Poder Judicial, “devolverá los fondos saqueados, combatirá el enriquecimiento ilícito, combatirá el desempleo, y aprobará una nueva ley electoral”, la violencia regresó ayer a las calles del centro de Beirut.
“No hay vuelta atrás”, gritó Ayman, mientras se ensañaba con un árbol de las calles pavimentadas del centro comercial Beirut Souk, aledaño al Parlamento.
“Es un Gobierno de Irán. No queremos estar bajo la influencia de Siria ni de ningún otro país. Queremos que Líbano sea para los libaneses. Y este Gobierno no está hecho para los libaneses”, exclamó, minutos antes de lanzar contra la Policía la rama que había cortado del árbol.
“No veo ninguna salida a la situación actual. Solo si hay elecciones libre y se respeta la voluntad de los libaneses podremos salir de esta crisis”, retó Nadia Abu Khaled, una suní de 23 años, que denuncia que el nuevo Gobierno no representa al millón y medio de suníes que hay en Líbano. Con ello se refiere a que en el nuevo Gabinete solo están representadas las fuerzas del bloque parlamentario del 8 de Marzo (Hizbulá, Amal -chii- y la Corriente Patriótica Libre, del Yibran Bassil, yerno de Aoun), y han quedado fuera el principal partido suní, Futuro, del ex primer ministro Saad Hariri. En la jornada de ayer, los manifestantes se enfrentaron con más violencia que nunca a las Fuerzas de Seguridad que protegen las entradas a la plaza de la Estrella, donde se encuentra el Parlamento.
Al lanzamiento de piedras, trozos de pared, vallas metálicas de los comercios saqueados y bengalas encendidas, las fuerzas antidisturbios respondieron con cañones de agua y muchos gases lacrimógenos.
El uso excesivo de la fuerza de los antidisturbios contra los manifestantes ha dejado más de medio millar de heridos y ha habido casos de personas que han perdido un ojo por una bala de goma, lanzada directamente contra la cabeza. Entre estos heridos está Ayman Dakdouk, que ingresó en el hospital este fin de semana después de que una bala le diera en un ojo. Los manifestantes se han solidarizado con los “tuertos de la revolución” y han lanzado una campaña en las redes sociales con fotografías de gente tapándose un ojo para denunciar el exceso de fuerza por parte de las fuerzas del orden.
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