Internacional

Los demócratas descartan un intercambio de testigos en el Senado

La acusación descarta la comparecencia de Hunter Biden, el hijo del ex vicepresidente y rival político de Trump. «Si esto no es ‘impeachment'", nada lo es», sostienen

Adam Schiff, fiscal de la acusación, denunció que la CIA y la NSA retienen documentos potencialmente relevantes para el juicio político contra el presidente Trump/AP
Adam Schiff, fiscal de la acusación, denunció que la CIA y la NSA retienen documentos potencialmente relevantes para el juicio político contra el presidente Trump/APlarazonAP

Un día después de que los republicanos aprobaran un proceso sin testigos y rechazaran en bloque las 11 enmiendas presentadas por la acusación demócrata, la Cámara Alta volvía a otorgar sus 8 de las 24 horas disponibles para ambas partes de presentación de argumentos a los liberales, en su segunda y penúltima sesión del tercer “impeachment” de la historia de Estados Unidos.

Tras el demoledor alegato contra Trump en la primera sesión maratoniana del martes, reservada a la acusación, el líder de la minoría demócrata anunciaba que centrarían la totalidad de la segunda jornada en su presentación de argumentos a la alegación de abuso de poder. Junto con la de obstrucción al Congreso, ambas acusaciones han sentado a Trump en el banquillo del juicio político.

Los demócratas se enfrentan a su mayor desafío esta semana de no mostrarse reiterativos en sus argumentos, algo de lo que sus rivales ya les han acusado. Y, sin la opción de contar con nuevas pruebas ni testigos, no sonar “repetitivos" en las próximas horas de que disponen será uno de sus grandes objetivos.

Es “impactante la corrupción del proceso electoral y debe ser expulsado de la Casa Blanca antes de las próximas elecciones”, recalcó el senador demócrata Jerry Nadler al abrir la segunda sesión de 8 horas recalcando que nunca antes un presidente había utilizado su cargo como Trump para influir en unas elecciones y para tratar de encubrir después sus delitos.

Y es que la acusación demócrata, tal y como dejaron de manifiesto en su primera sesión del martes, inculpa al presidente de corrupción, así como de vulnerar la Constitución y la separación de poderes por su intento de influir en las elecciones de 2020 tratando de obtener información del gobierno ucraniano para perjudicar a su rival político, el ex vice presidente Joe Biden. Los demócratas creen que si esto no son razones suficientes para el impeachment, “entonces nada lo es” porque “la conducta de Trump es mala, ilegal y peligrosa”, remarcó Nadler durante la segunda sesión de presentación de argumentos. “Esto no es América Primero, esto es Donald Trump primero”, añadió el demócrata.

La primera sesión del juicio político finalizó a altas horas de la noche del miércoles, después de una ronda maratoniana de debate en el Senado, con el rechazo de los republicanos a todas las propuestas demócratas para presentar documentos que puedan comprometer la permanencia de Trump en la Casa Blanca y para llamar a declarar a altos cargos republicanos como testigos en el juicio político.

La segunda sesión del jueves, por otro lado, inició con la exposición de los legisladores demócratas para demostrar el abuso de poder del presidente con un crítico discurso de ataque y múltiples vídeos que desvían las miradas de los republicanos pero no les consigue sacar los colores.

Cada una de las partes, acusación demócrata y defensa republicana, cuenta con 12 horas de presentación de argumentos dividida en un total de tres días, es decir, 8 horas diarias de debate en el Senado hasta al menos el miércoles de la semana que viene. Tras finalizar ese

proceso para ambas partes, le seguirá otra ronda de 16 horas de preguntas por parte de los senadores. Finalizando, todo apunta, con la votación final sin sorpresas para exculpar a Trump.

Además, Trump no podrá utilizar el privilegio ejecutivo que le otorga su posición de presidente de EEUU para evitar que altos cargos de su Administración comparezcan como testigos. La única posibilidad de que el impeachment contra Trump dé un giro inesperado sería la tránsfuga de algún voto indeciso republicano que le otorgara la minoría necesaria a los demócratas para sacar adelante sus peticiones de aportar documentos y llamar a testigos a declarar.

De los 53 senadores republicanos y 47 demócratas se necesitaría que, al menos, tres conservadores cambiaran su voto para otorgar a los liberales la minoría necesaria para revertir la ecuación. De hecho son varios los legisladores republicanos se han mostrado abiertos a la posibilidad de que algunos testigos, como el ex asesor de seguridad nacional, comparezcan en el juicio, tal y como pide la acusación. Algo que podría hacerse a cambio de la comparecencia del hijo del hijo de Joe Biden, por quien salió a la luz el conocido como caso Ucraniagate y que ha dado lugar a este impeachment. Pero los demócratas ya han descartado esta posibilidad.

Sin embargo, las cuentas no encajan de la misma manera en la votación final. Destituir al presidente ya sería otro cantar. Para ello, se necesitarían los votos de al menos dos tercios del Senado, es decir, 20 de los 53 republicanos tendrían que votar en contra de su presidente. Algo muy poco probable, por no decir imposible, a estas alturas del juego político.