Impeachment
Los fiscales inician la presentación de argumentos contra Trump
Demoledor alegato contra el presidente de EE UU en la primera sesión reservada a la acusación. Le acusan de corrupto y de vulnerar la Constitución y la separación de poderes
El arranque del tercer «impeachment» de la historia de EE UU finalizó tras una sesión maratoniana la madrugada del martes al miércoles, tras 13 horas de debate en la Cámara Alta, con el rechazo de los republicanos a todas las propuestas demócratas para presentar nuevos documentos y llamar a declarar a altos cargos de la Administración. El cruce de acusaciones entre los representantes de los dos partidos en esta fase inicial del proceso desvelaba la dirección que va a seguir el juicio y el tono que van a emplear, como quedó de manifiesto en las alegaciones iniciales de los impulsores del «impeachment» que comenzaron ayer.
Y es que los demócratas se mostraron contundentes con un discurso muy crítico contra el presidente, usando la proyección de diversos vídeos que le mostraban sus mensajes contradictorios y reafirmando la postura de los liberales con los delitos presentados en su contra. Durante la segunda sesión, los siete fiscales demócratas comenzaron su exposición destacando las presiones del mandatario a Ucrania y pidieron directamente que su explusión de la Casa Blanca porque «se cree por encima de la ley».
«Donald J. Trump ha actuado como temían [los padres fundadores de EE UU], al abusar del poder de su cargo para buscar ayuda extranjera con el fin de mejorar sus perspectivas de reelección», dijo al inicio de la sesión el jefe de los fiscales, Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja. Schiff recordó que Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares a Kiev y la celebración de un encuentro con el presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, con la intención de que el Gobierno ucraniano accediera a investigar al ex vicepresidente Joe Biden. «Negó ayuda militar a un aliado estratégico que estaba en guerra con Rusia, y lo hizo con el fin de lograr ayuda extranjera para su reelección. En otras palabras, para hacer trampas» e incurrir en «corrupción», sostuvo Schiff.
Después insistió en el argumentario demócrata de los meses previos: Trump «socavó la integridad de las elecciones libres y justas» de Estados Unidos y minó «la seguridad nacional». Además, «cuando se expuso la trama armada por el presidente», encubrió su negligencia al negarse categóricamente y obstruir por completo la investigación para un juicio político» iniciada en la Cámara de Representantes, agregó.
«Si no se le condena, el abuso del cargo del presidente Trump y su obstrucción alterarán de forma permanente el equilibrio de poderes entre las ramas de Gobierno» de EE UU, advirtió Schiff, quien añadió que los demócratas expondrán esta semana «pruebas abrumadoras» de la corrupción de Trump. Aunque también alertó de que el proceso no será «justo» si la Casa Blanca no cede y les entrega más documentos, además de permitir la comparecencia de testigos como el ex asesor de Seguridad Nacional John Bolton.
Ambas partes presentarán sus argumentos iniciales en tres sesiones de 24 horas, divididas en ocho horas para cada una de las partes. Los demócratas se extenderán hasta la madrugada del viernes al sábado; y los republicanos contarán con el sábado, el lunes y el martes de la próxima semana para hacer lo propio. Tras la fase de presentación de los respectivos argumentos, tendrá lugar la ronda de preguntas de los senadores, que sumarán 16 horas más. Será después cuando dé comienzo la votación para saber si los demócratas logran presentar nuevas pruebas y testigos antes de la votación final para absolver o destituir al presidente, previsiblemente el próximo 31 de enero.
De cumplirse esos pronósticos y contando con la negativa de los republicanos a todas las peticiones demócratas, el juicio a Trump podría convertirse en el más corto de los tres realizados. El plan de trabajo fue aprobado a última hora la noche del martes. Las once enmiendas presentadas por los demócratas para obtener nuevas pruebas y llamar a declarar a altos funcionarios fueron rechazadas por la mayoría republicana. Los 53 senadores conservadores votaron en bloque para tumbarlas.
Trump, desde Suiza, no quiso quedarse callado. El presidente declaró que le hubiera gustado poder asistir a su propio juicio, pero sus abogados se lo desaconsejaron. «Me hubiera encantado sentarme en primera fila y mirar sus caras corruptas», dijo. Pero sus abogados creen una comparecencia del presidente podria comprometer la seguridad nacional.
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