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Beirut

Líbano: nueva jornada de violencia para celebrar los cien días de protestas

Miles de personas salen a la calle en Beirut contra el nuevo Gobierno, al que acusan de proiraní

Clashes in Beirut
Los manifestantes rodearon la residencia del primer ministro libanésMarwan Naamani/dpaMarwan Naamani/dpa

Miles de personas han vuelto a las calles de Beirut en el día 100 de la revolución para mostrar su rechazo al recién creado Gobierno libanés, que los manifestantes tildan de proiraní. Las manifestaciones se organizaron a nivel nacional y en Beirut las marchas se convocaron en cinco puntos diferentes de la ciudad y acabaron en la plaza de Riad El Solh, frente al Parlamento para pedir al primer ministro Hassan Diab, que renuncie.

“No queremos este Gobierno. Queremos el fin del sectarismo. No vamos a tolerar ser títeres de Irán o de otro país”, denuncia Elie, un manifestante que trabaja como médico de Urgencias en el Hospital de Dieu. Elie ha atendido a decenas de heridos en las últimas semanas tras los violentos disturbios en el centro de Beirut.

La formación del nuevo Ejecutivo no ha traído la estabilidad política esperada, y ahora los partidos políticos que han quedado fuera del poder, la coalición del 14 de Marzo (suníes, cristianos y drusos) están sacando a las calles a sus acólitos, quienes, según denuncian los manifestantes, están provocando los actos de vandalismo.

Decenas de autobuses cargados de suníes de barrios deprimidos de Tripoli y Akkar llegaron por la tarde a Beirut para participar en las protestas y son “los responsables” de los saqueos a los comercios del centro de Beirut y de provocar a las policía”, reconoce a LA RAZÓN, Zeina, una de las organizadoras de las manifestaciones pacíficas.

“Nosotros no somos los que hemos estado tirando piedras y bengalas a las fuerzas de seguridad. Vienen de Trípoli en organizados. Cuando empiezan los disturbios nosotros nos quedamos fuera”, aseguró la manifestante.

De nuevo, las calles aledañas al Parlamento se volvieron un campo de batalla entre manifestantes violentos y la policía antidisturbios. Como ya no es posible acceder por la zona completamente blindada junto al centro comercial “Souk Beirut”, donde los dueños de los comercios han colocado puertas metálicas para proteger los pocos escaparates que aún no han sido destrozados , los manifestantes intentaron acceder al Parlamento saltando las alambradas desde la plaza de Riad El Solh, y la policía ha respondido con cañones de agua y gases lacrimógenos.