Actualidad

Israel

Varios atentados palestinos en cadena ponen en guardia al Ejército israelí

Los ataques en protestas contra el plan de paz de Trump incendian la zona. Las distintas facciones aparcan sus diferencias para presionar al Gobierno israelí

Shooting attack in Jerusalem's Old City
Un médico tapa el cadáver del palestino abatido en JerusalénATEF SAFADIEFE

Los llamamientos a participar en nuevos “días de la Ira” palestinos en rechazo al plan de paz de Trump fueron un fracaso la semana pasada. Pero ayer cambiaron las tornas: tres atentados terroristas en Jerusalén y Cisjordania, que se saldaron con cuatro palestinos muertos y 14 soldados israelíes heridos -uno de gravedad-, incendiaron en pocas horas la región. La cadena de incidentes hace presagiar un fin de semana de alta tensión, cuando falta menos de un mes para la tercera repetición electoral en el Estado judío y se debate la posible anexión de territorios y asentamientos a Israel tras recibir la luz verde de la Casa Blanca.

El primer incidente ocurrió el miércoles en Hebrón, cuando un joven palestino de 17 años, Mohamad Salamen, murió por un disparo en el pecho cuando estaba lanzando un cóctel molotov a soldados israelíes junto al asentamiento judío en el corazón de la ciudad, lugar de frecuentes enfrentamientos violentos. Hasta entonces, las fuerzas de seguridad hebreas habían reforzado efectivos en Cisjordania, pero los incidentes fueron aislados y de relativa baja intensidad.

Durante otra acción nocturna de las fuerzas hebreas en Jenín el mismo miércoles, donde un extenso convoy fue desplegado para derribar la casa familiar de un terrorista que mató al rabino Raziel Shevach el año pasado, se produjeron fuertes disturbios, con decenas de lugareños que pretendían evitar el derribo. Dos palestinos resultaron muertos: un alborotador y un policía de la Autoridad Palestina, que permanecía apostado frente a la estación policial local y recibió una “bala perdida” en el torso. Otras seis personas resultaron heridas en los disturbios. Días atrás, el presidente Mahmoud Abas amenazó nuevamente de cortar toda la cooperación de seguridad con las fuerzas israelíes, y otro alto cargo del partido al-Fatah, Tawfik Tirawi, afirmó que la cancelación de la cooperación se producirá cuando Israel proceda a anexar territorios.

El episodio que encendió todas las alarmas se registró en la madrugada del jueves a las afueras de la ciudad vieja de Jerusalén: un palestino atropelló a una brigada de soldados que estaban a punto de acceder al Muro de las Lamentaciones para la tradicional ceremonia de juramento de bandera. 14 reclutas resultaron heridos, uno de ellos de extrema gravedad, a quien los médicos intervinieron quirúrgicamente para intentar salvar su vida. El agresor se dio a la fuga, y su vehículo fue hallado en los aledaños de la vecina ciudad palestina de Belén. Durante la mañana, jeeps militares patrullaron la zona y se registraron disturbios, con decenas de palestinos heridos, sobre todo por inhalar gas lacrimógeno.

Tras el múltiple atropello, el grupo islamista Hamás celebró de inmediato el atentado. Su portavoz, Hassam Kassem, dijo que "este ataque y los disturbios son la respuesta al plan de paz propuesta por Trump". Y añadió: "llegó el momento de una resistencia total a la ocupación". A pesar de no controlar Cisjordania, los islamistas suelen a alentar a los palestinos de esta región a enfrentarse a soldados y colonos judíos.

Después de estas proclamas, continuó la acción en la mañana de ayer: un árabe-israelí de Haifa abrió fuego muy cerca de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén contra un policía, que fue alcanzado por una bala en la mano. De inmediato, otros efectivos reaccionaron disparando, y mataron al agresor en el lugar.

El tercer atentado ocurría al mediodía en una carretera en el corazón de Cisjordania, cerca del asentamiento judío de Dolev, donde otro palestino armado disparó contra un soldado israelí, que fue herido de levedad. Los efectivos militares dispararon en respuesta, pero no lograron abatir al agresor, y se lanzó una búsqueda a gran escala en los aledaños del suceso. Tras el tercer atentado, tzahal decidió mandar un batallón militar adicional ante la previsión de más ataques.

Unidad de las facciones palestinas

Además, en la madrugada del miércoles al jueves, la aviación israelí atacó varios objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, tras el lanzamiento de dos proyectiles de mortero hacia Israel. A pesar de la relativa calma de las últimas semanas en la frontera sur del país -debido al intento de lograr un cese de hostilidades duradero con mediación egipcia-, en la última semana se lanzaron al menos 15 proyectiles y decenas de globos incendiarios, en lo que se interpreta como un intento de Hamás de presionar para intentar lograr un mayor alivio a las restricciones a la castigada franja palestina, bloqueada por Israel y Egipto desde que los islamistas tomaran el poder en 2007.

A pesar del irreconciliable enfrentamiento político interno entre Hamás y al-Fatah, la oposición al plan de Trump les aunó en la búsqueda de responsabilidades: "el llamado acuerdo del siglo ha generado esta atmosfera de escalada de tensión y de imposición de hechos sobre el terreno, sobre lo cual advertimos repetidamente", remarcó el portavoz del presidente Abas.

En Jerusalén, el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, se centró en desear una pronta recuperación a los soldados heridos, y añadió que “es solo cuestión de tiempo hasta que encontremos al perpetrador (del atropello). El terror no nos atemorizará, ¡lo venceremos”, declaró. En la misma línea, Benny Gantz declaró que “no podemos permitir que el terror levante cabeza”.

El analista militar del diario “Ha’aretz”, Amos Harel, indicó que “una línea más dura de los grupos palestinos, en respuesta al plan de Trump, parece haber conectado los eventos violentos en Cisjordania, Gaza y Jerusalén”. El temor es que hoy, día del rezo musulmán, las llamas se extiendan todavía más.