Azerbaiyán
Opositores denuncian un amaño en las elecciones legislativas en Azerbaiyán
Algunos partidos boicotean los comicios para elegir a los 125 miembros de la Cámara. El Gobierno asegura la máxima transparencia
Los azerbaiyanos eligen este domingo, con sensaciones encontradas, a los 125 diputados que componen la Milli Mejlis, el Parlamento unicameral que les representará los próximos cinco años. Unas elecciones anticipadas por expreso deseo de la anterior Asamblea, que el pasado 2 de diciembre aprobó por mayoría solicitar su disolución al presidente del país, Ilham Aliyev. ¿El motivo? Sus señorías querían dejar las manos libres al mandatario para acometer cuanto antes las urgentes reformas que el país necesita, según ha insistido el mandatario en los últimos meses.
Es la misma razón por la que Aliyev ya adelantó en 2018 las presidenciales, que ganó con el 86% de los votos. En un país en el que ninguna de las elecciones celebradas desde su llegada al poder en 2003 han cumplido los estándares democráticos mínimos exigidos, según los observadores internacionales, en estas legislativas no se esperan grandes sorpresas. La victoria del partido oficialista Nuevo Azerbaiyán (YAP), liderado por Aliyev, y los candidatos afines se da por descontada. La única duda a resolver tras el escrutinio es con qué holgura se producirá.
En una república presidencialista como Azerbaiyán -así define al Estado la Constitución-, la Milli Mejlis tiene poderes muy limitados, pero el resultado de estos comicios puede dar las primeras pistas de las verdaderas ansias de cambio del oficialismo y también de la sociedad azerbaiyana.
Como ya hiciera en anteriores citas electorales, parte de la oposición, agrupada en el Consejo Nacional de Fuerzas Democráticas (CNFD), ha decidido no presentarse porque considera que no se dan las condiciones mínimas para unas elecciones justas y transparentes. “La comisión electoral está totalmente controlada por Gobierno, los medios informativos independientes están marginados, la libertad de reunión prácticamente no existe y en el país hay más de cien presos políticos”, denunció el líder del CNFD, Dzhamil Gansali, al anunciar el boicot.
Sin embargo, habrá más de 1.600 candidatos, de los cuales 272 lo harán en representación de 19 partidos, entre ellos el Musavat o Umid (Esperanza) y el Partido de la Independencia Nacional (AMIP). La mayoría lo hará como independiente, aunque siempre suelen estar ligados a algún partido. En un sistema parecido al británico, cada una de las 125 circunscripciones electorales elige a un ganador a una sola vuelta.
En una rueda de prensa celebrada este sábado, la presidenta de la CEC, Mazajira Panájova, ha querido desterrar la imagen de intervencionismo que arrastra el Gobierno desde hace casi dos décadas, y ha asegurado que “se han creado todas las condiciones para la celebración de una elecciones libres y transparentes”. Al permitir el libre acceso a todo el país de decenas de observadores, de organizaciones independientes y representantes de distintos parlamentos, el Ejecutivo de Bakú ha vuelto a insistir en que hará de la “transparencia” el factor clave de estas elecciones. En los más de 5.200 colegios electorales se han instalado cámaras para que “cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo”, pueda ver cómo se vota en Azerbaiyán, ha insistido la CEC.
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