Siria
Captagon, la droga de los yihadistas y la preferida por los jóvenes del Golfo
La Policía italiana confisca 14 toneladas de anfetaminas producidas por el Estado Islámico en Siria que tenía como destino las mafias del sur de Italia
El Estado Islámico, aunque parecía estar de capa caída, sigue ensamblando la maquinaria para “fabricar” yihadistas. ¿Cómo lo hace? A base de píldoras de Captagon, una anfetamina poderosa que quita el miedo ante el peligro y le hace sentir a uno invencible ante la muerte.
Se trata de una droga fácil de hacer o conseguir y barata con efectos inmediatos que le sirvió al grupo yihadista para atiborrar a los “cachorros” del Estado Islámico y también a sus leales combatientes en Siria e Irak, antes de que el “Califato islámico” languideciera. Y de repente ayer, 14 toneladas, o lo que es lo mismo 84 millones de píldoras, de captagon fueron confiscadas por la Policía italiana en el puerto de Salerno.
Se trata de la mayor incautación de Captagon del mundo y las pastillas estaban escondidas en cilindros de papel industrial y repartidas en tres contenedores.
La droga de la yihad
Conocida como “la droga de la yihad”, las fábricas clandestinas de Captagon crecieron como setas en la porosa frontera entre Siria y Líbano para suministrar de “energía extra” a los soldados de la yihad, pero también a los combatientes chiíes de Hizbulá y otras fuerzas proiraníes que combaten al lado del régimen sirio.
La anarquía que reina y el debilitamiento de la fuerza de la ley ha transformado Siria en el productor mundial y punto habitual de las rutas de la droga que van desde Líbano, Turquía o incluso Europa hasta los estados del Golfo. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el captagon mueve millones de dólares en el país árabe un dinero que sido utilizado tanto para la compra de armas, como para el consumo entre soldados, rebeldes y yihadistas que con unas dosis de estas píldoras basura pasan días sin comer ni dormir, pero llenos de energía para seguir combatiendo.
Pero, también, esta droga es consumida para la diversión de jóvenes árabes de toda la región y ahora europeos, pues el alijo iba destinado a “ser distribuido en Europa por varios grupos del crimen organizado”, según el informe de la Policía financiera italiana.
La hipótesis que se maneja es que “durante el cierre, debido a la emergencia epidemiológica mundial, la producción y distribución de drogas sintéticas en Europa prácticamente se detuvo y, por lo tanto, muchos traficantes con diferentes grupos del crimen organizado se han dirigido a Siria, donde parece que no se ha ralentizado”, señaló la Policía.
Uno de los puntos de distribución más importantes es el valle de la Bekaa, en la frontera con Siria, controlado por narcotraficantes y bandas armadas que hacen sus negocios a ambos lados de la frontera.
Más barato que la marihuana
Abu Hasan, familiarizado con el tráfico de drogas, explica a LA RAZÓN que el Captagon “es más barato y fácil de producir que la marihuana”.
Y en los últimos años “se ha convertido en la droga favorita en Oriente Medio”, indica. Los pueblos fronterizos han proliferado los laboratorios clandestinos de anfetaminas”, puntualiza Abu Hassan, antes de explicar que los productores de captagon “compran pastillas procedentes de China y las mezclan con otras sustancias químicas para potenciar su efecto estimulante”.
En el mercado local, una píldora de captagon cuesta entre “tres y cinco dólares” por lo que su económico precio ha llamado al consumo a los jóvenes que por menos de la mitad de un gramo de cocaína tienen la diversión asegurada para toda la noche.
Pero, sin duda, los principales compradores de esta anfetamina son “los árabes del Golfo”, asegura Abu Hasan.
De hecho, la mayor operación antidroga de la historia del aeropuerto de Beirut no está relacionada ni con la mafia rusa ni la turca, sino con la casa real de los Saud de Arabia Saudí. El príncipe saudí Abdulmohsen bin Walid bin Abdulaziz al Saud fue pillado con un alijo de nada menos que dos toneladas de anfetaminas repartidas en varias maletas en octubre de 2015. El junio del año pasado, la Policía libanesa arrestó a un “prominente” narco saudí sospechoso de traficar con captagon. El sospechoso de 31 años confesó haber llevado a cabo “12 operaciones de contrabando a Egipto, Qatar, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Arabia Saudí”, según el reporte policial.
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