Asia
Hiroshima alerta contra el “nacionalismo egocéntrico”
En el 75º aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica, el alcalde insta al Gobierno japonés a firmar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares
Hiroshima marcó hoy el 75º aniversario del bombardeo atómico de la ciudad por parte de Estados Unidos, y su alcalde instó a la comunidad internacional a unirse contra las graves amenazas a la humanidad -ya sean armas nucleares o el coronavirus-, rechazando de frente políticas nacionalistas y aislacionistas.
“No debemos permitir que este doloroso pasado se repita. La sociedad civil debe rechazar el nacionalismo egocéntrico y unirse contra todas las amenazas”, se lamentó el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, lanzando un llamamiento para un mundo libre de armas nucleares.
Mientras repicaban las campanas de la paz, ancianos supervivientes, familiares y un reducido número de personalidades extranjeras, asistían al acto conmemorativo para llorar la destrucción de la ciudad en manos del ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial, mientras el alcalde señalaba como hipócrita la negativa del Gobierno japonés a firmar un tratado de prohibición de armas nucleares.
El histórico aniversario de este año pone de relieve la disminución del número de supervivientes de las bombas, conocidos en Japón como “Hibakusha”. Los que quedan eran entonces en su mayoría lactantes o infantes, y su labor para mantener vivo el recuerdo de los bombardeos y pedir la prohibición de las armas nucleares ha adquirido una urgencia cada vez mayor, a medida que envejecen.
La ceremonia de paz del jueves en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima se redujo considerablemente debido a los riesgos de salud por la pandemia del coronavirus, con menos de 1.000 participantes vestidos de riguroso luto y con mascarillas, lo que supone una décima parte de los que comparecieron en años anteriores.
Manteniendo una estricta distancia de seguridad social, entre los asistentes se encontraban también representantes de 83 países y de la Unión Europea.
En un momento en el que las tensiones entre algunas potencias mundiales se han intensificado en torno al origen del virus y han aumentado las rivalidades geopolíticas ante la desaceleración económica mundial, el alcalde de la ciudad pidió a la comunidad internacional que dejaran de lado sus diferencias y se unieran para superar tanto los desafíos naturales como los provocados por el hombre.
Compromiso con el desarme nuclear
Después de guardar un momento de silencio a las 8.15, hora exacta del bombardeo del 6 de agosto de 1945, el regidor instó a los líderes mundiales a comprometerse más seriamente con el desarme nuclear, señalando los fracasos de Japón.”Pido al Gobierno japonés que atienda a la llamada de los supervivientes para que firmen, ratifiquen y se conviertan en parte del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares”, rogó Matsui en su declaración de paz y agregó que “siendo la única nación que ha sufrido un ataque nuclear, Japón debe persuadir al público mundial para que se una al espíritu de Hiroshima”.
Con sus palabras, el dirigente quiso poner de relieve la hipocresía del Gobierno japonés, que alberga 50.000 tropas estadounidenses y está protegido por el paraguas nuclear de Estados Unidos. Tokio no ha firmado el tratado de prohibición de armas nucleares adoptado en 2017, a pesar de su promesa no nuclear, una falta de acción que los supervivientes de los bombardeos atómicos y los grupos pacifistas califican de deshonesta.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en un discurso mucho más cauteloso, aseguró que Japón está comprometido con la prohibición de las armas nucleares, pero que un mundo libre de armas nucleares no puede lograrse de la noche a la mañana y que tiene que comenzar con el diálogo entre las partes opuestas.
“La posición de Japón es servir de puente entre las diferentes partes y promover pacientemente su diálogo y sus acciones para lograr un mundo sin armas nucleares”, dijo Abe, quien considera que “las políticas nucleares están divididas en medio de un duro ambiente de seguridad, por lo que es necesario crear primero un terreno común”.
Algunos defensores del desarme han expresado su oposición a la participación del Abe en la ceremonia, citando su postura sobre el tratado y sus impopulares esfuerzos por cambiar la Constitución pacifista del país.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que no pudo viajar al acto debido al virus, emitió a través de videoconferencia una severa advertencia sobre los peligros a los que se enfrentaba el mundo a medida que los regímenes internacionales de control de armas se desmoronan.
“Junto con el cambio climático, las armas nucleares representan una amenaza existencial para la sociedad. La mayor parte de las aproximadamente 13.000 armas nucleares que existen actualmente en los arsenales mundiales son mucho más destructivas que las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Cualquier uso precipitaría un desastre humanitario de proporciones inimaginables”, declaró Guterres.
Estados Unidos lanzó su primera bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, destruyendo la ciudad y matando a 140.000 personas. EE UU lanzó una segunda bomba tres días después en Nagasaki, matando a otras 70.000 personas. Japón se rindió el 15 de agosto, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial y a su casi medio siglo de hostilidad en Asia.
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