Segunda Guerra Mundial

80 años de los bombardeos nazis sobre Reino Unido

La Batalla de Inglaterra terminó con el fracaso de la Luftwaffe en su intento de conseguir la superioridad aérea frente a la Royal Air Force

Un miembro del Cuerpo de Observadores vigila el cielo de Londres en 1940
Un miembro del Cuerpo de Observadores vigila el cielo de Londres en 1940La RazónLa Razón

Un día como hoy hace 80 años, los poderosos escuadrones de la Fuerza Aérea de Alemania (Lufwaffe) comenzaron una gran ofensiva contra Reino Unido que sería clave en la batalla de Inglaterra, la enfrentamiento aéreo más grande de la historia. Hitler quería doblegar Londres tras haber domado a Francia, Polonia, Dinamarca, Checoslovaquia, Holanda, Bélgica y Noruega, para obtener la superioridad área necesaria para una invasión de Gran Bretaña en la II Guerra Mundial.

El Führer había ordenado una invasión rápida de las islas para el 1 de agosto con el desplazamiento a Francia y Bélgica de 200.000 hombres encargados de bloquear a la postre los suministros y acabar con la RAF (Royal Air Force). Sin embargo, Alemania no valoró suficientemente la fortaleza y la capacidad de aguante del primer ministro Churchill y del pueblo británico. Recién puesto en el 10 de Downing Street, el célebre dirigente prometió en Westminster que su país no se rendiría, y así fue.

El enfrentamiento con Alemania se extendió hasta el 10 de mayo de 1941 y tuvo como escenario el espacio aéreo británico, dominado por la aviación alemana, muy superior a la británica y con pilotos con más experiencia.

Alemania bombardeó objetivos navales y fábricas al sur de Inglaterra con el objetivo de abrir el camino a la invasión naval y terrestre. Después vino el ataque de barrios londinenses. Para frenar esa estrategia Churchill ordenó una operación de represalia con el ataque a fábricas en Berlín. Hitler respondió con bombardeos sobre objetivos civiles, especialmente en Londres, que sufrió bombardeos diarios durante tres meses. Edificios emblemáticos como la abadía de Westminster, el Palacio de St. James y el Museo Británico quedaron dañados. 43.000 personas murieron y más de 100.000 quedaron heridas.

En una de las jornadas más intensas, la aviación nazi llegó a enviar 927 misiones contra Reino Unido, que fueron repelidas con 850 vuelos británicos. En total, se perdieron 137 aeronaves en un solo día (68 los británicos por 69 los alemanes), el más intenso.

En el transcurso de la batalla por dominar el espacio aéreo de Gran Bretaña, Londres perdió 1.023 aeronaves y Alemania 1.887, en ataques en los que murieron 544 pilotos británicos y 2.500 militares de la Luftwaffe, según los datos de la RAF.

La actuación de la RAF en la Batalla de Inglaterra inspiró a Winston Churchill a pronunciar la frase: “Nunca en la historia de los conflictos humanos tantos le debieron tanto a tan pocos”.