Ofensiva chavista

¿Por qué Maduro se siente agredido por la ayuda humanitaria de España?

El despotismo del dictador chavista es tan grande que no tolera que se ayude a los venezolanos que huyen de su régimen

El dictador Nicolas Maduro en Caracas
El dictador Nicolas Maduro en CaracasMiraflores Press HANDOUTAgencia EFE

¿Por qué Nicolás Maduro se siente agredido por la ayuda humanitaria de España? Para responder a esa pregunta debemos comenzar recordando que Nicolás Maduro y sus ministros han tildado de “Fake News” los datos sobre la emigración venezolana, negando en todo momento el éxodo masivo que su tiranía ha generado. También el dictador ha calificado de “lava-pocetas” a los migrantes venezolanos, pretendiendo denigrar así de su situación socioeconómica, mientras crea la Posverdad de un supuesto retorno en masa con escasos vuelos humanitarios llenos más de propaganda que de personas. Se trata de un negacionismo doloso de la crisis migratoria más grande de la historia del hemisferio occidental que amenaza con llegar este año a seis millones de desplazados.

Sin embargo, las estadísticas son simplemente trágicas. Aún con las fronteras cerradas el éxodo continúa a niveles que sólo pueden ser comparados con el caso sirio. A finales del año pasado la realidad explotó en la cara de los negacionistas con el lamentable naufragio de más de treinta venezolanos humildes que intentaban huir clandestinamente en lancha hacia Trinidad y Tobago. Algo que se repite constantemente y que no deja lugar a dudas sobre las condiciones reales de la población venezolana dentro de un país oprimido y explotado por la tiranía. No estamos hablando sólo de arriesgar la vida en “balsa” o con una travesía caminando miles de kilómetros para atravesar el continente, sino de la xenofobia, trata y explotación a la que se exponen luego. Todo esto con el único objetivo de intentar vivir en libertad. Por eso es que tiene tanto valor la reciente decisión del Gobierno del presidente colombiano de Iván Duque de legalizar a los venezolanos que viven en Colombia producto de este desplazamiento forzoso.

Pero el despotismo de Maduro es tan grande que no tolera que se ayude a los venezolanos que huyen de su régimen. Por eso considera como agresión, no sólo la decisión de Duque, sino también la visita de la Ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya, a la ciudad colombiana de Cúcuta donde constató la situación de los refugiados venezolanos en ese paso fronterizo. “Fuera de América Latina Canciller de España” gritó rabioso desde Caracas el mismo dictador que horas antes había expulsado a la embajadora de Europea de Venezuela, dejando claro que no está dispuesto a ceder en su deriva totalitaria y que la única solución a esta tragedia es su salida del poder.