Las nuevas barbacoas

Asan salchichas sobre la lava que escupió un volcán en Islandia tras su erupción

Miles de curiosos se congregaron en las inmediaciones del volcán Fagradalsfjall, a unos 30 kilómetros de Reikiavik, para disfrutar del espectáculo

Miles de personas contemplaron hipnotizados este fin de semana el espectáculo de la erupción de un volcán en las laderas del monte Fagradalsfjall, a unos 30 kilómetros de Reikiavik, la capital de Islandia.

Asan salchichas sobre la lava que escupió un volcán en Islandia tras su erupción
Asan salchichas sobre la lava que escupió un volcán en Islandia tras su erupciónSTRINGER

Los más temerarios fueron un grupo de científicos, que optaron por cocinar salchichas sobre la lava que escupió el volcán como si se tratara de una parrilla. Y es que la erupción, relativamente pequeña y tranquila, comenzó el viernes por la noche, y ahora se ha convertido en una atracción turística a pesar de los riesgos.

Asan salchichas sobre la lava que escupió un volcán en Islandia tras su erupción
Asan salchichas sobre la lava que escupió un volcán en Islandia tras su erupciónSTRINGER

Los geofísicos estiman que el volcán Fagradalsfjall, que llevaba alrededor de 800 años “dormido”, escupió unos 300.000 metros cúbicos de lava después de una gran actividad sísmica. En el momento en el que se produjo la erupción se prohibió el acceso, después se desaconsejó y desde el sábado por la tarde ya se permitían las visitas.

Los socorristas estuvieron muy pendientes de un pequeño pitido incesante que procedía de los dispositivos que detectan la presencia de gas, principalmente el temido dióxido de azufre, pero el fuerte viento limitaba el riesgo.

Las erupciones en Islandia son frecuentes (con un promedio de una cada cinco años) pero suelen producirse lejos de las ciudades y en ocasiones en zonas muy inaccesibles. En cambio, otras son demasiado peligrosas como para que se permita el acceso.

Afortunadamente en esta ocasión se pudo disfrutar del panorama tras una larga caminata de seis kilómetros desde una carretera cercana al puerto pesquero de Grindavik, cerca de los famosos baños termales de la “Laguna Azul”.

El turismo en Islandia, que suele representar más del 8% del PIB, se ha desplomado por la pandemia de la Covid-19, pero desde hace unos días las autoridades intentan promoverlo de nuevo reabriendo el país a los visitantes que demuestren que se han vacunado o ya han pasado el coronavirus.