Polémica
Consejo militar para veinte generales que alertaron de la desintegración de Francia
La tribuna, firmada por “veinte generales, un centenar de oficiales de alto rango y más de mil soldados más”, pedía a Macron que defendiera el patriotismo
Francia “sufre un desmoronamiento ante un islamismo y unas hordas de los barrios periféricos que intentan, transformar partes de Francia en territorios sumisos a dogmas contrarios a nuestra Constitución”. Así reza la tribuna firmada por un grupo de militares retirados publicada en la revista ultraconservadora “Valeurs Actuelles” y que está originando un terremoto político en Francia. La tribuna apela al presidente Emmanuel Macron a “no perder más el tiempo” porque “si no se hace nada”, advierten, podría provocar “la intervención de nuestros camaradas en activo en una misión peligrosa de protección de nuestros valores”.
Un caso que recuerda, tanto por las formas en cuanto al lenguaje como por justificarse en el deterioro de la cohesión social, al que se vivió en España a raíz de la carta que 73 mandos retirados del Ejército escribieron al rey Felipe VI contra el Gobierno de Pedro Sánchez el año pasado. Proclamas y lenguaje propias de otras épocas que aparecen en tiempos de pandemia.
Los aproximadamente veinte generales firmantes, junto a un centenar de oficiales, podrían enfrentarse a duras sanciones disciplinarias, según ha anunciado este jueves el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Se arriesgan a “ser excluidos, por lo tanto, a una jubilación obligatoria”, ha declarado el general François Lecointre en una entrevista publicada por “Le Parisien”. “Cada uno de estos oficiales generales pasará ante un consejo militar superior. Al final de este trámite, es el presidente de la República quien firma un decreto de exclusión”, ha precisado el general.
“Considero que cuanto mayores son las responsabilidades, más fuerte es la obligación de neutralidad y ejemplaridad”, sentenciael general para justificar que se apliquen sanciones más severas cuanto mayor sea el rango. En el Ministerio de Defensa se siguen analizando uno a uno los firmantes. El primero de ellos es el general Christian Piquemal, expulsado de filas tras manifestarse en 2016 en Calais contra “la islamización de Europa”. Según cuenta “Le Monde”, el texto habría sido redactado por un antiguo oficial de la Gendarmería, Jean Pierre Fabre Bernadac, próximo al movimiento de los “chalecos amarillos”.
Pese a que existe una critica generalizada hacia el acto en sí, al paso dado por este puñado de antiguos miembros de unas Fuerzas Armadas a las que se les exige neutralidad, hay diferencias de tratamiento entre quienes maximizan la gravedad del hecho y quienes relativizan su importancia. Están también los que han lamentado, sobre todo entre la oposición de izquierdas, la respuesta oficial, tardía, de la ministra de Defensa, Florence Parly, varios días después de la aparición del texto que ya lleva circulando una semana en Francia.
Finalmente, el pasado domingo, la ministra de Defensa publicó tres tuits contra una “tribuna irresponsable”, aunque recordó que como militares retirados, los firmantes “solo se representan a sí mismos”. El Gobierno intentó enfriar la polémica, pero quizás ya era demasiado tarde. Ante ello, la propia titular de Defensa fue subiendo el tono a principios de semana para pedir “sanciones ejemplares”.
En concreto, la tribuna apareció el pasado 21 de abril sin hacer mucho ruido, pese a tratarse de una fecha simbólica, ya que el 21 de abril de 1961 un grupo de generales jubilados intentó un golpe de Estado contra el general De Gaulle en nombre de la Argelia francesa. La proclama pasó desapercibida, sobre todo hasta que Marine Le Pen reaccionó a la tribuna. Intentando capitalizarla pero con cuidadosas palabras para no respaldar entero el texto.
“Como ciudadana, mujer y política, suscribo vuestro análisis y comparto vuestra aflicción. Como vosotros, creo que es deber de todos los patriotas levantarse por la salvación del país”. Y a partir de ahí, mano tendida para que se sumen a su movimiento político, dejando claro que la partida siempre está en el juego del tablero democrático. Tras años intentando desdiabolizar a la ultraderecha francesa y a las salidas de tono de su padre, no se podía esperar otro tipo de respuesta.
El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, reclamó tras la “asombrosa declaración de militares arrogándose el derecho de llamar a sus colegas en activo a una intervención”, una respuesta clara del Gobierno y la activación de la justicia contra los militares “facciosos”. También el ex candidato socialista Benoît Hamon denunció el silencio oficial. “60 años después del comienzo del ‘putsch [golpe de Estado] de Argel’ [contra el entonces presidente y también militar, el general Charles de Gaulle], 20 generales amenazan explícitamente la república con un golpe de Estado militar”. En este sentido, la izquierda sigue reclamando sanciones judiciales contra los militares y una condena explícita del presidente Macron.
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