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Lazos con los socios árabes

La ofensiva en Gaza tensiona los Acuerdos de Abraham

El conflicto en la Franja pone a prueba la reciente normalización de relaciones de varios países árabes con Israel

Cientos de ciudadanos marroquíes se manifestaron ayer en Rabat en solidaridad con el pueblo palestino Javier Otazu ElcanoEFE

La escalada bélica entre Israel y Hamás ha desatado en el mundo árabe una ola de solidaridad a favor de la causa palestina en el momento en que esta parecía languidecer definitivamente. La calle árabe –cierto que cada vez más virtual– está indignada.

Lo están también los pueblos de Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos –con los que Israel ha normalizado relaciones en el marco de los Acuerdos de Abraham. A pesar de la retórica favorable a la causa palestina, el citado club resiste a la tentación de adoptar decisiones que alteren el nuevo estatus.

Emiratos Árabes Unidos

El ministro emiratí de Exteriores expresaba su «preocupación frente a la espiral de violencia en Israel y Palestina». Emiratos «llama a todas las partes a adoptar pasos inmediatos para el compromiso con un alto el fuego, el inicio de un diálogo político y el ejercicio de la máxima contención», instaba el jefe de la diplomacia del en una nota que evitaba las apelaciones directas a Israel y subrayaba la vigencia de los Acuerdos de Abraham. Con todo, el sábado la prensa israelí se hacía eco de las advertencias a Hamás citando las declaraciones de un alto funcionario emiratí al israelí «Globes»: si la organización terrorista no se aviene a negociar con Tel Aviv no habrá inversiones en infraestructura en Gaza. Las redes sociales de los usuarios emiratíes se plagan estos días de contenidos contra Israel; las manifestaciones están prohibidas en el país del Golfo.

Baréin

En términos mucho más contundentes se han manifestado las autoridades de Baréin. que el viernes hicieron pública la conversación del ministro de Exteriores con su homólogo palestino: «Reiteró su fuerte condena de los ataques lanzados por las fuerzas israelíes en la Franja». El comunicado mencionaba el rechazo a la «ocupación de los territorios palestinos» y subrayaba la «solidaridad» bareiní con un pueblo «hermano», cuya causa se apoya sin fisuras, al igual que la creación de un Estado palestino con Jerusalén oriental como capital. Las protestas registradas exigen la ruptura de relaciones. Pero ayer, el ministro de Industria, Comercio y Turismo aseguraba que el conflicto no afectará a las relaciones a largo plazo con Israel.

Sudán y Omán

La agencia estatal de noticias se hacía eco de la llamada telefónica de la ministra de Exteriores sudanesa a sus homólogos paquistaní y turco con objeto de «calmar la situación en los territorios palestinos». El martes, la jefa de la diplomacia había expresado en una escueta nota el «rechazo» a las «prácticas israelíes» y alertaba del «peligro para la paz y seguridad internacional de los continuos ataques de Israel contra los palestinos». Jartum ha sido además en las últimas fechas escenario de protestas contra Israel. Desde Omán, reticente por el momento a firmar los Acuerdos de Abraham a pesar de mantener relaciones con Israel, se han expresado con más dureza. La agencia estatal de noticias recogía «la condena a las fuerzas de ocupación israelíes» expresada por altos cargos de Exteriores.

Marruecos

Fue el último país árabe en normalizar sus vínculos con Israel, en diciembre de 2020. En los últimos meses se multiplican los contactos entre parlamentarios, diplomáticos y empresarios de los dos países y está prevista la próxima apertura de una oficina de enlace israelí –que hará las veces de Embajada– en Rabat. Una flamante alianza acogida con prudente antipatía por el pueblo marroquí, profundamente solidario con la causa palestina pero consciente de que se trata de una decisión de la Corona. Numerosas han sido las concentraciones de rechazo a Tel Aviv convocadas en distintas ciudades marroquí, todas ellas hasta ahora prohibidas o disueltas. Detrás de esas marchas hay un sinnúmero de pequeñas organizaciones panarabistas, izquierdistas e islamistas. En la de ayer en Rabat, frente al Parlamento marroquí, se vivieron momentos de tensión. Al grito de «normalización es traición» y «¡Gaza, Gaza!», cientos de personas se congregaron en solidaridad con los palestinos. El ministerio de Exteriores emitió el viernes una nota de «denuncia en los términos más fuertes» de la «violencia perpetrada contra los territorios ocupados» sin mencionar a Israel. Un digital marroquí, Le Desk, se hacía eco de que la Administración Biden ha iniciado contactos con Marruecos para que medie en la consecución de un alto el fuego.

Jordania

Ayer, el ministro de Exteriores jordano se expresó con dureza contra Israel al exigir «unión contra los ataques ilegales, inmorales e inhumanos de Israel en la Jerusalén ocupada y el resto de territorios ocupados, así como contra la agresión en Gaza». El viernes pasado varios centenares de personas se concentraron cerca de los límites con Cisjordania para exigir al Gobierno jordano la apertura de la frontera y la ruptura de relaciones con Israel, en una protesta donde se corearon proclamas favorables a Hamás. Las Fuerzas de Seguridad disolvieron la protesta cuando esta se encontraba próxima a la frontera. La mitad de la población de Jordania, que normalizó relaciones con Israel en 1994, tiene origen palestino.

Egipto

Desde el comienzo de la crisis, las autoridades egipcias han expresado en distintos comunicados su condena de la actuación de Israel, incluida la llamada a consultas al embajador israelí en El Cairo. Primer país en normalizar relaciones con Israel –1979– y defensor de la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza junto al Estado de Israel, es también el que más esfuerzos diplomáticos está haciendo para frenar la escalada de violencia en las últimas fechas. Además, El Cairo abrió este fin de semana el paso de Rafah con Gaza para permitir el tránsito de heridos que huyen de los bombardeos israelíes y envió al lugar una decena de ambulancias.

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