África

Coronavirus

Túnez pide ayuda internacional por el descontrol de la pandemia

En algunas ciudades, no solo no quedan camas de UCI, tampoco hay respiradores y muchos enfermos sufren en los pasillos

Miles de tunecinos han lanzado su grito desesperado a través de redes sociales como Twitter o Instagram, donde el lema #Savetunisia es tendencia este fin de semana. EFE
Miles de tunecinos han lanzado su grito desesperado a través de redes sociales como Twitter o Instagram, donde el lema #Savetunisia es tendencia este fin de semana. EFEMOHAMED MESSARAEFE

Miles de tunecinos han lanzado una llamada de auxilio a través de la redes sociales ante lo que definen como “la incapacidad” de las autoridades a la hora de contener la cuarta ola de contagios por la covid-19, que alcanza los 10.000 casos diarios , una media de 125 muertes al día y una incidencia del 37 %, con los hospitales públicos saturados.

En ciudades como Nabeul, situada a apenas 40 kilómetros al sur de la capital, la Policía recorre la calles para advertir a los vecinos de que no vayan al hospital público, ya que no van a poder ser atendidos: no solo no quedan camas de UCI, tampoco hay respiradores y muchos enfermos sufren en los pasillos.

En el hospital Monji Slim, situado en la localidad costera de la Marsa, apenas quince kilómetros al norte del centro de Túnez capital, ni siquiera tienen termómetros para poder medir la temperatura, según pudo comprobar Efe este mismo domingo.

En este contexto, y con el Gobierno y la presidencia de la República enfrentados sobre la dureza que se debe imponer a las restricciones, miles de tunecinos han lanzado su grito desesperado a través de redes sociales como Twitter o Instagram, donde el lema #Savetunisia es tendencia este fin de semana.

La gran mayoría de los usuarios critican la nefasta gestión del gobierno central y de los gobernadores provinciales, y otros muchos se quejan de la actitud del presidente de la República, el populista conservador Kaïes Said, que se opone al confinamiento general que recomiendan los científicos.

El pico será en dos semanas

Pese al aumento explosivo de los contagios en la última semana, impulsado por la entrada de la variante delta, el Gobierno se ha limitado a adelantar dos horas el toque de queda (en la actualidad de 20.00 a 05.00 horas local), impedir el tránsito entre provincias e insistir en el uso de la mascarilla y la distancia social, pero sin incrementar las medidas punitivas para quien incumpla.

También ha prohibido las reuniones sociales y los eventos deportivos, y obligado a cafeterías y restaurantes a servir solo en exteriores, a desmantelar las terrazas antes de las 16.00 horas y a cerrar antes de las 19.00.

Algunas provincias sí han decretado confinamientos parciales, como Siliana o la propia Nabeul, mientras que en el "Gran Tunis" -la capital y su área metropolitana- ha optado por impedir los desplazamientos en coche en el fin de semana para evitar las habituales aglomeraciones en las playas.

“Restringir la movilidad no es ya una solución. No salva la economía ni las vidas. Hay que cerrar todo el país a cal y canto”, se quejaba hoy a Efe uno de los doctores de urgencia en la Marsa, antes de advertir de que el pico de contagios llegara a finales de mes, una vez pase la Fiesta del Aid el Adha, una de las más importantes del calendario musulmán y que se celebra el próximo martes 20 de julio.

El Ejército se suma a la vacunación

Ante esta situación, varios países árabes, como Egipto y Libia, y europeos, como Francia, han comenzado ya a enviar ayuda médica y humanitaria a Túnez, donde ya se han sobrepasado los 15.000 decesos desde que la pandemia comenzara a medirse en marzo de 2020.

Entre esas contribuciones, se espera también la llegada en los próximos días de varios millones de vacunas más, tanto adquiridas por el Gobierno como cedidas por el sistema COVAX, el mecanismo de solidaridad creado por la Organización Mundial de la Salud para los países pobres.

El objetivo es impulsar el proceso de vacunación, que avanza de forma irregular y muy lenta desde que fuera lanzado el pasado marzo. Desde entonces, apenas se han inyectado 2,5 millones de dosis y solo un 10 % de la población ha recibido la pauta completa.

Ante esta situación, el Gobierno anunció este fin de semana que el Ejército se sumará a la campaña y se habilitarán más lugares para acelerar la inmunidad. En este contexto, países como Libia han cerrado ya sus fronteras con Túnez -que ha quedado así aislado por tierra- y otros como Bélgica o Italia lo han colocado en su lista de algo riesgo, lo que obliga a cualquier viajero a guardar largas cuarentenas. EFE