Pederastia

Un informe de la Iglesia católica revela 216.000 víctimas de abusos sexuales de religiosos en Francia desde 1950

La iglesia es el tercer lugar donde más abusos a menores se comente en el país por detrás de la familia y los amigos

El presidente de la comisión, Jean-Marc Sauve, entrega copia del informe al obispo Eric de Moulins-Beaufort
El presidente de la comisión, Jean-Marc Sauve, entrega copia del informe al obispo Eric de Moulins-BeaufortThomas CoexAgencia AP

Unas 216.000 personas sufrieron abusos sexuales por parte de curas o religiosos en Francia desde 1950, según las conclusiones de la Comisión creada por la Conferencia Episcopal gala para analizar esa situación. Si se suman los abusos provocados por laicos que trabajan en medios religiosos, catequesis o centros educativos católicos, el número se eleva a 330.000, primer presidente de esa comisión, Jean-Marc Sauvé.

Sus conclusiones muestran que la iglesia es el tercer lugar donde más abusos sexuales sobre menores se producen en Francia, por detrás de la familia o los círculos de amigos. Sauvé Dijo que a lo largo de casi tres años de trabajo de su comisión, iniciada en 2018 tras la aparición de varios escándalos en la iglesia católica francesa, se han identificado unos 3.000 religiosos que cometieron abusos sexuales.

Señaló que se trata de un porcentaje de incidencia de entre el 2,5 y el 2,8%, inferior a otros países donde se han hecho similares, como Alemania (4,4%), Estados Unidos (4,8%) , Australia (7%) o Irlanda (7,5%). El 56% de las agresiones y actos pedófilos identificados se produjeron entre 1950 y 1969, mientras que en los años 70 y 80 hubo una reducción (22%) y, a partir de ese momento, una estabilización (22%).

Sauvé explica esa tendencia por la disminución del número de clérigos en esos años y la asistencia de público en ámbitos religiosos, pero dijo que “el problema no está resuelto”. Acusó a la iglesia católica de “negligencias” en el trato de los casos y de haber “mantenido a clérigos acusados de tocamientos en contacto con niños” pese a las señales de advertencia que les llegaban. El informe apuesta por crear un mecanismo de indemnización de las víctimas pero, sobre todo, por un reconocimiento de su condición.