Rumeysa Gelgi, la mujer más alta del mundo: “Cada desventaja puede convertirse en una ventaja”

En 2014, la joven Rumeysa Gelgi se convirtió en la adolescente viva más alta del planeta, cuando solo tenía 18 años. Ahora, con 24, se le ha reconocido el Guness World Record a la mujer más alta del mundo, con una altura de 2,15 metros.

Su gran altura se debe a la afección conocida como Síndrome de Weaver, que provoca un crecimiento acelerado de otras anomalías. Debido a la afección, se ve obligada a desplazarse en silla de ruedas, y a veces, durante breves periodos, es capaz de utilizar un andador. La enfermedad también puede derivar en escoliosis, padecimiento que afecta a la curvatura natural de la columna vertebral. El síndrome dificulta las actividades que se consideran normales, como andar o correr.

“Cada desventaja puede convertirse en una ventaja para ti, así que acéptate por lo que eres, sé consciente de tu potencial y da lo mejor de ti”, explica Gelgi, que asegura que utilizará el galardón para dar visibilidad a las enfermedades raras como Weaver.

Desde muy pequeña, tuvo que soportar varios obstáculos a lo largo de su vida. Uno de ellos fue las burlas que sufría por su gran altura. Ella relata que a veces recibe “miradas de desprecio y preguntas extrañas de la gente”, aunque segura que es bastante normal que muchas personas se sientan intrigadas por su condición.

“Mi familia y la gente que me rodea me apoyan mucho y están muy emocionados y felices y, por supuesto, están muy orgullosos de mí por haber conseguido este título”.