La puesta de largo de Draghi como anfitrión del G-20

Roma se blinda para acoger a partir de hoy a los jefes de Estado y de Gobierno que participarán en la cumbre del G-20 que se celebra este fin de semana en la capital italiana. Será la primera vez en Italia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el bautismo a nivel internacional de Mario Draghi como primer ministro del país transalpino. El ex presidente de la Banca Central Europea (BCE) se estrena como anfitrión en una de sus semanas más complicadas al frente del Ejecutivo.

Apenas unas horas antes de reunirse con Biden antes de la cumbre del G-20, el Gobierno italiano aprobó el plan presupuestario para 2022 por valor de 30.000 millones de euros, que incluye una reforma de las pensiones y una reducción de la presión fiscal con el fin de reactivar la tercera economía de la zona euro. Los primeros Presupuestos Generales de Mario Draghi vieron la luz en un Consejo de Ministros que se alargó durante más de cuatro horas, y que puso a prueba en las últimas semanas la heterogénea mayoría parlamentaria que sostiene el Gobierno de unidad encabezado por el economista.

“Bajamos los impuestos, estimulamos la inversión y damos prioridad a las medidas que estimulan el crecimiento sostenible”, explicó el primer ministro presentando el documento, que será votado en el Parlamento antes de fin de año.

Uno de los puntos clave del plan presupuestario es la cuestionada reforma de las pensiones, que entierra la medida impulsada por Matteo Salvini durante el gobierno de coalición de la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas entre 2018 y 2019. La llamada ‘cuota 100′ permitía a los trabajadores acceder a la jubilación a partir de los 62 años y con al menos 38 años de cotización. La reforma de Draghi, en cambio, busca recuperar el sistema anterior, aprobado durante la crisis económica de 2011 por el Gobierno tecnócrata de Mario Monti. En la práctica, retrasa la edad de jubilación elevando de forma progresiva esa ‘cuota’ hasta sumar 102 en 2022 (64 años y 38 de cotización) y alcanzar 104 en 2023.

Para cambiar el actual sistema de cotización de las pensiones se destinarán unos 600 millones de euros. Una cifra insuficiente, según los sindicatos, que perjudicará a los jóvenes y a las mujeres. Los agentes sociales exigen ampliar la flexibilidad en el acceso a la jubilación, además de que se reconozca la especificidad del trabajo, y no descartan convocar una huelga general, lo que supondría la primera gran crisis para Draghi, que gobierna con el apoyo de todas las fuerzas políticas, excepto de los ultraderechistas de Hermanos de Italia.

Los Presupuestos mantienen la renta de ciudadanía, una suerte de subsidio para desempleados y rentas bajas, pero introduce correcciones para evitar fraudes en el acceso a las ayudas. La medida estrella del M5E, que vio la luz durante el primer Gobierno de Giuseppe Conte, se ha revelado un fracaso en su objetivo de incentivar el mercado laboral, pero los ‘grillinos’ no habrían aceptado desmantelar uno de sus caballos de batalla.

El plan presupuestario incluye medidas para reforzar el sector sanitario, aumenta los recursos para la investigación y para la compra de vacunas contra el Covid, y prevé una reducción del IVA para productos de higiene femenina del 22% actual al tipo reducido del 10%, así como un aplazamiento de la entrada en vigor de los impuestos al plástico y al azúcar hasta el 2023.

A pesar de que la deuda pública italiana supera el 150% del PIB, lo que sitúa al país transalpino como la segunda economía de la zona euro más endeudada después de Grecia, Draghi es optimista y calcula que con las reformas anunciadas, el país crecerá más de un 6% el próximo año, una cifra que Italia no alcanza desde 1970.

“Es un momento muy favorable para nuestro país y tenemos que ser capaces de mantener este crecimiento en los próximos años”, concluyó.