Conflictos

“Proyecto Convergencia 21″: La nueva forma de abastecimiento, en plena batalla, del ejército estadounidense

Esta nueva técnica hará que crear y transportar una pieza de repuesto al lugar de conflicto sea mucho más rápido

Imagen de archivo de unos niños frente a un tanque americano en Baghdad
Imagen de archivo de unos niños frente a un tanque americano en Baghdadlarazon

Poder abastecer a las tropas en medio de un conflicto bélico es, en ocasiones, una de las tareas más importantes para decidir la victoria o la derrota en el campo de batalla. Cuando el desgaste del uso hace que una pieza se rompa en medio de un conflicto bélico, los comandantes esperan tener siempre una de repuesto. De lo contrario, deben seguir adelante con el equipo roto o dejar las máquinas atrás mientras esperan la reparación. Para poner solución a este problema, los comandantes probaron una nueva alternativa desarrollada por el Ejército de los Estados Unidos en el campo de pruebas de Yuma: imprimir en 3D una pieza de repuesto y usar un robot semiautónomo para llevarla al tanque que lo necesitara. El objetivo es que se pueda tener lo más rápido posible un repuesto para las piezas que se rompen en la zona de batalla, aunque el terreno sea complicado.

El ejercicio ha recibido el nombre de “Proyecto Convergencia 21″ (Project Convergence 21, en inglés), y tendrá una duración desde la primera semana de octubre hasta mediados de noviembre. Para el evento, al Ejército se unen componentes de la Armada, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Marines, con elementos que se llevan a cabo tanto en el campo de pruebas de Yuma de Arizona como en el campo de misiles de Arenas Blancas, Nuevo México.

El sistema R-FAB

Cuando un tanque necesitaba una pieza nueva, los soldados del nuevo proyecto estadounidense recurrían a la impresión 3D. R-FAB“Rapid Fabrication via Additive Manufacturing on the Battlefield” es el acrónimo de este sistema de impresión y entrega del Ejército.

En el núcleo del sistema R-FAB se encuentra una impresora que “tiene la capacidad de imprimir compuestos de acero inoxidable y algunas cosas de plástico”, dijo Melanie Smith, directora de capacidades del Ejército de EE. UU., a lo que añadió: “La impresión 3D nos da la capacidad de imprimir piezas en el frente de batalla, mientras que es posible que si no tuviéramos este sistema, no las tendríamos disponibles o no podríamos incluirlas en la cadena de suministro de alguna zona próxima al combate”.

“Durante el Proyecto Convergencia 21, los soldados están experimentando con el proceso de reabastecimiento semiautónomo”, explicaron los responsables del ejercicio en un comunicado. “Al comunicarse con una base de operaciones, el operador del tanque pudo describir su ubicación y la pieza necesaria, y el personal se puso a trabajar rápidamente para obtener la pieza. Lo hicieron imprimiendo en 3D la pieza utilizando una impresora 3D lista para el campo de batalla, capaz de producir objetos tanto de plástico como de metal. A medida que este proceso se refina, el reabastecimiento de las piezas necesarias a menudo se puede imprimir directamente en la zona de conflicto”, añadieron.

Los soldados de la 82ª División Aerotransportada utilizaron vehículos autónomos de expedición, llamados “E-MAV”, para demostrar la exploración semiautónoma y el reabastecimiento en tierra. El E-MAV ya fue probado por la Marina como una posible forma de recuperar a los heridos o muertos del campo de batalla, y muchos de los mismos principios se aplican a la entrega de suministros. Al no arriesgar a un conductor humano, una máquina puede viajar bajo fuego enemigo, aumentando la esperanza de supervivencia del pelotón que lo necesite.

Una vez el “E-MAV” llegue a su destino, la tripulación del tanque o algún aliado podrían quitar la parte impresa del “E-MAV” y comenzar a colocarla en su lugar. No es tan rápido como tener la pieza a mano inmediatamente, pero todo este proceso ofrece una respuesta mucho más rápida que esperar el reabastecimiento de un almacén de la retaguardia o de mucho más lejos.