Tensión en el Indo-Pacífico
China contraataca contra AUKUS: Australia detecta un barco militar chino espiando sus costas
El acuerdo de Camberra con Estados Unidos y Reino Unido contra Pekín ha llevado al gobierno de Xi Jinping a intensificar su presencia en el Indo-Pacífico
Australia ha alertado sobre la detección de una sofisticada embarcación militar de China espiando la zona cercana a sus costas, vigilando la infraestructura del país. No es el primer barco espía detectado, pues a lo largo de este año, las Fuerzas Armadas australianas han alertado de varios hallazgos de espías chinos.
Este es uno de los ejemplos más claros de las altas tensiones en las relaciones entre China y Australia. Según cuenta el Herald Sun, la nave espía recorrió la zona durante tres semanas “pasando por algunas de las instalaciones militares más importantes de la Defensa australiana”. Motivos geopolíticos y comerciales, agravados este año con el acuerdo AUKUS, entre las autoridades australianas con Estados Unidos y Reino Unido, para hacer frente al régimen de Xi Jinping en la región del Indo-Pacífico.
Pekín ha adoptado medidas comerciales contra productos claves australianos, mientras que Camberra ha aprobado leyes antichina, así como considerar un “boicot no oficial” a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china, que se celebrarán el próximo mes de febrero. También las protestas por la detención en el gigante chino de un escritor de ascendencia australiana, expresando sus reservas respecto a la expansión de la empresa Huawei a su participación en el desarrollo de redes de tecnología 5G
Años de continuos desencuentros
Los desencuentros entre Pekín y Camberra no son nada nuevo, pues es algo ya visto en los últimos años. El gobierno chino ya había desplegado anteriormente barcos espía, sobre todo para seguir de cerca los ejercicios Talismán Sabre entre Australia y Estados Unidos
En 2019, otros dos barcos chinos de alta tecnología estuvieron mapeando aguas cercanas a Papúa Nueva Guinea, donde Estados Unidos y Australia acababan de comenzar a mejorar una base naval en la isla Manus. Un año antes, se descubrió que el buque chino Xiang Yang Hong 01 operaba ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva de Palau. Esta embarcación había sido encargada en 2016 para “una observación exhaustiva en el campo de la oceanografía militar”.
Asimismo, la Armada australiana había sido seguida de cerca por el ejército chino durante un tránsito reciente del Mar de China Meridional, cerca de islas disputadas y reclamadas por Pekín. Además, Australia se enfrentó a China por la pandemia del coronavirus y la clausura a periodistas.
Desde hace años, Pekín es el mayor socio comercial de Canberra y los intercambios anuales entre ambos rondan los 140.000 millones de euros al año. Sin embargo, sus diferencias geopolíticas en el mar de China Meridional, el aumento de la presencia china en las islas del Pacífico o la cada vez mayor dependencia del sistema universitario australiano del alumnado chino (representa casi un 40% del total de sus estudiantes internacionales) han puesto en alerta a una autoridades australianas que ven en esos gestos una amenaza en diferentes ámbitos de tradicional influencia australiana.
Intensificación de las tensiones también con Francia
El acuerdo AUKUS también había intensificado las relaciones de los tres países que lo conforman con Francia. En el caso de Australia, París Francia ha acusado a Camberra de traición tras haber optado por submarinos construidos con tecnología estadounidense y británica en lugar de la francesa. Australia excluyó a Francia cuando se embarcó en una alianza de seguridad trilateral (AUKUS) con Reino Unido y Estados Unidos, un pacto aparentemente destinado a frenar el ascenso militar de China en la región.
La región del Indo-Pacífico, tal y como consideran autoridades francesas, será una prioridad para Francia cuando asuma la presidencia de la Unión Europea el próximo año, dijo su ministro de Asuntos Exteriores el miércoles durante una visita a Indonesia. El ministro Jean-Yves Le Drian dijo que Francia quiere ser el “intermediario” de los países del Indo-Pacífico y de Europa y que la cooperación estratégica es una de sus prioridades para la presidencia del bloque de la UE.
La visita se produce en un momento en el que Francia emprende una ofensiva para impulsar sus relaciones en Asia tras la pérdida del acuerdo estratégico con Australia en septiembre. “El núcleo de este compromiso es nuestra visión de un Indo-Pacífico libre y abierto, basado en el Estado de Derecho y en el respeto a la soberanía de cada Estado”, declaró en una conferencia de prensa a través de un intérprete.
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