Pandemia

Así castiga China a las personas que no cumplen con las medidas anticovid

El “Guangxi Daily”, un medio de comunicación administrado por el estado, dijo que la acción disciplinaria disuadió los delitos fronterizos y alentó el cumplimiento de las medidas de prevención y control de la epidemia

Imágenes extraídas del video donde se ve a los cuatro hombres mientras "pasean" por la ciudad de Jingxi
Imágenes extraídas del video donde se ve a los cuatro hombres mientras "pasean" por la ciudad de JingxiLa Razón

Como castigo a los cuatro hombres acusados de contrabando de personas a través de las fronteras de China, que están prácticamente selladas debido a la pandemia generada por la Covid, el gobierno chino los hizo desfilar por las calles de la ciudad de Jingxi, en la provincia de Guangxi, con trajes EPI. El vergonzoso castigo provocó multitud de reacciones tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación. Las imágenes y el video del incidente, que tuvo lugar el 28 de diciembre, muestran a cuatro hombres con trajes de protección y protectores faciales siendo “paseados” por la policía por una zona de la ciudad. Además de los trajes, los cuatro hombres llevaban pancartas con sus nombres y fotografías y fueron escoltados, cada uno, por dos policías que también llevaban puesto el material de protección.

El “Guangxi Daily”, un medio de comunicación administrado por el estado, dijo que la acción disciplinaria disuadió los delitos fronterizos y alentó el cumplimiento de las medidas de prevención y control de la epidemia. Los medios estatales han descrito la situación actual en la zona fronteriza como “severa y compleja”. China, el país donde se descubrió por primera vez la Covid-19 a fines de 2019, registró un total de 4.849 muertes y 114.365 casos, con 203 nuevos casos reportados el pasado martes.

Los pasajeros usan máscaras para prevenir un brote de un nuevo coronavirus en una estación de metro en China (AP Photo/Kin Cheung)
Los pasajeros usan máscaras para prevenir un brote de un nuevo coronavirus en una estación de metro en China (AP Photo/Kin Cheung)Kin CheungAgencia AP

Con este tipo de medidas, el gobierno del gigante asiático persigue una estrategia estricta de “cero Covid”, haciendo uso de pruebas masivas para toda la población y cierres selectivos para detener los brotes, además de contar con un programa de vacunación que ya ha vacunado al 86% de su población. El “desfile” se encontró con todo tipo de reacciones en la red social china, Weibo, donde el hashtag al respecto fue el tema de mayor tendencia. Algunas personas dijeron que el ejercicio les recordó a las vergüenzas públicas utilizadas hace cientos de años, mientras que otras simpatizaron con los esfuerzos necesarios para controlar el virus cerca de la frontera. “Lo que es más aterrador que desfilar por la calle son los muchos comentarios que apoyan este enfoque”, escribió un usuario. El “Beijing News”, de propiedad estatal, dijo que “la medida viola gravemente el espíritu del estado de derecho y no se puede permitir que vuelva a ocurrir”. Sin embargo, la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Jingxi y el gobierno local defendieron el ejercicio, alegando que era una “actividad de advertencia disciplinaria en el lugar” y que no había “falta de idoneidad”.

Una forma común de castigo en el país

Trabajadores rocían una solución antiséptica en el lobby de llegadas del aeropuerto en medio de la creciente preocupación pública por la posible propagación del nuevo coronavirus. (Suh Myung-geon/Yonhap via AP)
Trabajadores rocían una solución antiséptica en el lobby de llegadas del aeropuerto en medio de la creciente preocupación pública por la posible propagación del nuevo coronavirus. (Suh Myung-geon/Yonhap via AP)Suh Myung-geonAgencia AP

Aunque las vergüenzas públicas eran comunes durante la revolución cultural y son bastante raras en la época actual, en 2006 unas 100 trabajadoras sexuales y algunos de sus clientes se vieron obligados a vestirse con uniformes de prisión amarillos y desfilar por las calles de la ciudad. Por último, en 2007, las autoridades de China prohibieron los desfiles de los presos condenados a muerte, una práctica que si seguía produciéndose en el país.