Tensión

El parlamento ruso pretende reconocer la independencia de Donbás: “La OTAN quiere ocupar Ucrania, será una tragedia”

Moscú ha repartido 600.000 pasaportes entre los residentes de esta región del este de Ucrania

Un soldado de la autoproclamada república de Donetsk en el este de Ucrania
Un soldado de la autoproclamada república de Donetsk en el este de UcraniaALEXANDER ERMOCHENKOREUTERS

El presidente de la Duma o cámara baja del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, ha anunciado que los grupos parlamentarios celebrarán consultas sobre la propuesta de los comunistas de reconocer las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk del este de Ucrania. “En relación a ello, lo correcto será la celebración de consultas la próxima semana con los líderes de los grupos parlamentarios, para luego debatir esta iniciativa en el Consejo de la Duma”, escribió Volodin en su canal de Telegram.

Las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk son territorios muy industrializados y ricos en recursos como el carbón, pero la situación cambió tras la caída del imperio soviético y la independencia de Ucrania con crisis económicas y una política lingüística de discriminación positiva en favor del ucraniano en detrimento del ruso. Esta región conocida como Donbás apoyó de forma abrumadora la política prorrusa del ex presidente Yanukóvich y estuvo en contra de la revolución del Maidán que le derrocó en 2014. Fruto de ese episodio, Donetsk y Lugansk se autoproclamaron repúblicas independientes. Ahora Rusia pretende dar un paso más y reconocer esa independencia.

Así es como este jueves el grupo parlamentario comunista presentó un proyecto de resolución para solicitar oficialmente al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que reconozca las independencias de las entidades separatistas prorrusas.

Tropas rusas frontera Ucrania
Tropas rusas frontera UcraniaTania Nieto

Volodin señaló que la propuesta comunista cuenta ya con el respaldo de otros dos grupos parlamentarios, el de Rusia Justa y el del ultranacionalista Partido Liberal Democrático, y agregó que al partido oficialista, Rusia Unida, con abrumadora mayoría en la Duma, también le preocupa la defensa de los ciudadanos rusos que viven en el Donbás.

“Vemos que el presidente (de Ucrania, Volodímir) Zelenski hace caso omiso de los Acuerdos de Minsk (para el arreglo del conflicto).La OTAN quiere ocupar Ucrania.Lo uno y lo otro puede desembocar en una tragedia. No podemos permitirlo”, subrayó.

Según el presidente de la Duma, lo único que está claro es que “hay que buscar una solución” para garantizar la seguridad de los rusos y de sus compatriotas que viven en el Donbás, a los que Rusia ha repartido más de 600.000 pasaportes.

Soldados ucranianos del batallón "Donbas"patrullan en los alrededores de la ciudad de Lugansk
Soldados ucranianos del batallón "Donbas"patrullan en los alrededores de la ciudad de Lugansklarazon

La propuesta comunista de reconocer las entidades separatistas prorrusas del este de Ucrania se produce en momentos de gran tensión internacional por la acumulación de más de 100.000 militares rusos junto a las fronteras ucranianas.Ucrania, que cuenta con el apoyo de Occidente, ha denunciado que Rusia se prepara para invadir su territorio.

Rusia ha negado que tenga intenciones de atacar al vecino país y sostiene que los desplazamientos de tropas dentro de su territorio son un asunto soberano y solo buscan garantizar la seguridad del país.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este miércoles que “será un desastre para Rusia” si finalmente decide invadir Ucrania y reiteró sus amenazas de fuertes sanciones económicas. El mensaje del mandatario estadounidense a su homólogo ruso, Vladímir Putin, fue contundente: “No ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán si se mueve hacia Ucrania”, apuntó Biden en rueda de prensa.

Con las tensiones en su punto más alto, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reúne hoy en Ginebra con su homólogo estadounidense, Antony Blinken. Según declaró ayer en Berlín el jefe de la diplomacia estadounidense, se vive un “momento de gran urgencia para Europa, para Estados Unidos y para el mundo”.

Moscú es el principal valedor de los rebeldes separatistas que se hicieron hace casi ocho años con el control de gran parte de la región del Donbás. El apoyo político y armamentístico a este conflicto estuvo acompañado también en 2014 por la anexión de la península de Crimea, en un movimiento cuya legitimidad no reconoce Occidente.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos inicialmente en septiembre de 2014 y ampliados en febrero de 2015, estaban llamados a poner fin al conflicto en el este de Ucrania, pero a día de hoy siguen sin haber surtido efecto y las partes firmantes se cruzan constantes reproches sobre supuestos incumplimientos. Más de 13.000 personas han muerto víctimas de la guerra, según datos de la ONU.

Un alto cargo del Gobierno ruso comparó recientemente la situación en torno a Ucrania con la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y, si bien la guerra nuclear no es ya una opción, los dos contextos sí comparten la sensación de pulso de futuro incierto. Moscú incluso ha introducido en la ecuación un posible uso militar en Cuba y Venezuela y no ha dudado en enviar tropas a Bielorrusia y Kazajistán para dejar claro su esfera de poder.

La Inteligencia estadounidense sospecha que Rusia podría recurrir a tácticas propias de la Guerra Fría para terminar justificando la invasión y, según fuentes citadas por los grandes medios norteamericanos, el plan encubierto consistiría en orquestar un falso ataque para justificar ante el mundo la necesidad de tomar cartas militar en el asunto.