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Las armas de Moscú

Rusia se lanza a una guerra que solo puede ganar si es de corta duración

La gran pregunta es, ¿será esta contienda un nuevo Afganistán para Moscú? Por el momento no lo parece

Rusia es un gigante con los pies de barro. Con un PIB de 1.293.052 millones de euros, ligeramente superior al de España que tiene un PIB de 1.202.994 millones € y muy inferior al de la Unión Europea que suma en su totalidad 13.920.438 millones de euros, Moscú se lanza a una guerra que solo puede ganar si es de corta duración, cerrada con una más que posible rápida victoria, siempre que cuente con el apoyo tácito de China y la debilidad de Occidente.

La imagen de un ejército y un gobierno ruso todo poderoso solo se sostiene si no se profundiza en su realidad. Rusia entrega su futuro, sus huérfanos en adopción por todo occidente y su mujeres jóvenes pueblan los burdeles de medio mundo, por unos pocos rublos al mejor postor.

El imperio de Putin es una nación que se cimienta sobre gastar la mayor parte de su presupuesto en sostener unas enormes fuerzas armadas cuya existencia sólo se justifica por acciones como la actual invasión de Ucrania y para mantener subyugado al pueblo ruso. Rusia vive fundamentalmente de la venta de materias primas y gracias a la histórica paciencia y resistencia del pueblo ruso con sus gobernantes.

Sobre el papel la derrota de los ucranianos resulta incuestionable. Ucrania, con casi 42 millones de habitantes se enfrenta 142 millones de rusos, cuenta con un ejército potencial de 1.100.000 hombres aunque al comienzo de la crisis solo tenía activados 200.000 hombres. A ellos se enfrenta el ejército ruso con 900.000 soldados activados y 2.000.000 millones en la reserva. Rusia lleva la iniciativa. Esta importante diferencia numérica se ve superada en el campo de batalla por la incuestionable superioridad del equipamiento militar ruso.

La proporción de carros de combate es de 5 a 1 a favor de Rusia. Vehículos blindados 2,5 a 1. Artillería 3 a 1. La aviación de combate supera a la ucraniana en 15,5 a 1 y los helicópteros militares en 16 a 1.

Desde hace unos años en la OTAN se había comenzado a pensar que el tiempo de los carros de combate había pasado. La guerra de Ucrania ha demostrado que los analistas de la OTAN, y del ejército español entre ellos, no vislumbraba por dónde podían ir los conflictos del inmediato futuro. Rusia tiene en activo carros de combate T 72, T 80 y los modernísimos T 90 de 2017, dotado de un cañón de 125 mm, que se mueve a 60 km por hora y con una autonomía de 550 km, más los BMPT 72 Terminator.

Además la industria militar rusa ya se prepara para producir un nuevo carro de combate, el T 14 Armata. Frente a este imponente puño acorazado Ucrania opone 600 anticuados T 60 y 150 T 60 BM Bulat (T 60 modernizados por la industria ucraniana), 330 T 72 y 38 T 80. Los carros de combate de Rusia son la peor pesadilla de la OTAN.

La aviación de combate rusa cuenta con los SUKOI SU-25 y Su-34 más los MIG 31 y sus poderoso helicóptero de ataque Mil Mi -24 y el gigantesco Mi-26, y el Mi-29.

Únicamente los misiles antitanque y antiaéreos de fabricación estadounidenses Javelin, Stinger y Nlaw y los drones turcos Bayraktar puede equilibrar algo la balanza.

Ucrania ha movilizado a sus hacker para la guerra digital al tiempo que en las últimas semana ha comprado equipos de radio militares obsoletos analógicos insensibles a la tecnología rusa. Ha llamado a la guerra a toda su población para resistir la invasión. La gran pregunta es ¿será Ucrania un nuevo Afganistán para Moscú? Por el momento no lo parece. Estados Unidos y la Unión Europea solo están tomando medidas económicas parciales ante la agresión rusa.

La amenaza de Putin de tomar represalias nucleares flota en el ambiente como no se conocía desde hace casi medio siglo. A pesar de que el 80% del armamento nuclear ha sido desactivado desde el final de la Guerra Fía se estima que Rusia cuenta con 6.257 cabezas nucleares. Washington y Moscú acumulan el 90% del armamento nuclear mundial aún en activo.

España, el Ejército de Tierra, cuenta en la actualidad con los siguientes carros de combate y vehículos blindados: con cadenas 108 Leopard 2A4 y 219 Leopardo 2E y 261 Pizarros; sobre ruedas 135 VEC-M1 y 81 Centauros. Las fuerzas armadas españolas en total cuentas con 125.000 hombres.

España tiene destinados en Letonia 480 soldados, con unos pocos carros Leopardo 2E y Pizarro, junto a otras fuerzas de la OTAN, para mostrar su capacidad de combate y su decisión de defender sus intereses frente a Rusia.

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