Y después qué

Una guerra de guerrillas, la vía finlandesa o una Ucrania dividida: los escenarios tras la invasión rusa

Moscú podría tardar semanas en controlar todo el territorio ucraniano, pero algunos piensan que Putin puede incluso perder la guerra

El cuerpo de una persona yace en el suelo junto a un edificio militar que, según las fuerzas terrestres ucranianas, fue destruido por un ataque aéreo, en la región de Sumy
El cuerpo de una persona yace en el suelo junto a un edificio militar que, según las fuerzas terrestres ucranianas, fue destruido por un ataque aéreo, en la región de SumyPRESS SERVICE OF THE UKRAINIAN Gvia REUTERS

Se sabe cuándo empiezan pero nunca cuando acaban. Así son las guerras. Al anunciar Vladimir Putin la “operación militar especial” contra Ucrania el día 24 de febrero, muchos analistas pronosticaron una invasión relámpago que fulminaría a las fuerzas ucranianas en cuestión de días. Sin embargo, a medida que avanza la contienda ese escenario se está desvaneciendo por diversos motivos, desde la inusitada resistencia de los ucranianos y el envío de armas occidentales hasta los problemas logísticos y militares de Moscú.

¿Cuándo acabará la guerra y qué cambios geopolíticos puede generar? El Pentágono estima que Rusia podría tardar siete semanas en tomar el control del país vecino, el más grande de Europa en extensión. LA RAZÓN ha consultado a varios analistas, y sus respuestas no son unánimes. Alexander Motyl, profesor en la universidad de Rutgers, en New Jersey (EEUU), no ve nada claro una victoria de Putin. “Ahora existe una posibilidad de una derrota rusa -explica Motyl-. Al fin y al cabo los ucranianos ganan si no son derrotados, y los rusos pierden si no ganan. Hay varios factores en juego: sanciones devastadoras para la economía rusa, soldados muertos que vuelven a Rusia metidos en bolsas, más protestas populares internas y un creciente descontento de los oligarcas y miembros del gobierno. Más de un millón de rusos han firmado una petición contra la guerra. Así que, ahora parece concebible que Putin sea derrocado u obligado a cambiar de rumbo”.

Gobierno títere y Zelenski, asesinado

Kanishkan Sathasivam, profesor de Relaciones Internacionales de la Salem State University (EEUU), considera que Ucrania no resistirá los ataques de las fuerzas rusas: “Es muy probable que Kiev caiga y que Zelenski sea asesinado y su gobierno derrocado. Entonces, Putin instalará un gobierno títere compuesto por ucranianos prorrusos que viven en Rusia, y luego hará que ese gobierno acepte algunos tratados que le den a Putin todo lo que quiere. Sin embargo, los países occidentales seguirán reconociendo un gobierno ucraniano libre en el exilio”.

Guerra de guerrillas

Alexandra Kovalyova, investigadora ucraniana y miembro del Ambassador International Club, asegura que “si Rusia logra ocupar el territorio ucraniano y sustituir al gobierno por uno títere, va a tropezarse con una guerra de insurgencia agotadora e interminable”. ¿Y si no llega a controlar el territorio? “Entonces Moscú intentará ejecutar la táctica de la tierra arrasada”, asegura esta analista que tuvo que huir de Kiev a Leopolis la semana pasada tras los primeros ataques sobre la capital.

Al fin y al cabo, como sostiene Motyl, “tanto los ucranianos del este como los del oeste tienen una larga historia de lucha como guerrilleros”. Esta es una opción muy probable, según la visión de muchos analistas. “Es posible que gran parte del territorio ucraniano quede fuera del control de las fuerzas rusas. Estas fuerzas ucranianas libres, a las que los gobiernos occidentales les darán muchas armas y otro tipo de apoyo, continuarán la lucha contra los rusos”, añade Sathasivam.

La vía finlandesa

Si la contienda se extiende hasta enquistarse y se alcanza un punto muerto, Putin se enfrentaría a un dilema. Sathasivam cree que en ese escenario, el presidente ruso“tendrá que aceptar algún compromiso, tanto con los ucranianos libres como con Occidente, tal vez una especie de ‘finlandización’ de Ucrania en la que Kiev renuncie a unirse a la OTAN y reduzca el arsenal militar para quedarse solo con armas defensivas. A cambio, Rusia asumiría el respeto a sus fronteras e integridad territorial y renunciaría a interferir en los asuntos internos de Kiev. Ucrania, entonces, podría integrarse en otras organizaciones, como la UE”.

Es decir, una situación muy parecida al estatus de Finlandia, a día de hoy el vecino más amistoso para muchos rusos, un país que permaneció bajo la bota del imperio ruso desde 1809 hasta la revolución bolchevique y que estos días sopesa su posible ingreso en la Alianza Atlántica.

Un país dividido en dos

La partición de Ucrania en dos es otra opción que algunos ponen sobre la mesa. El analista Andrii Datsiuk, investigador de la Academia Nacional de Asuntos Internos de Ucrania, lo plantea de esta manera: si Rusia no puede ejecutar su hoja de ruta de derribar al gobierno de Zelenski, el país podría quedar dividido en una Ucrania occidental y otra oriental. Para Occidente, ese escenario conlleva “el peligro de una nueva Guerra Fría e incluso el intento de restaurar las fronteras territoriales de la URSS con la ayuda de fuerzas militares (invasión en Lituania, Letonia, Estonia y obligar a otras ex repúblicas de la URSS a integración)”. Este escenario, añade el analista, solo se produciría “en caso de que haya una falta de determinación por parte de la UE y la OTAN para responder a la política agresiva de Rusia”.

Guerra internacional y nuclear

Aunque pocos quieren asumir la derivada de una conflagración globalynuclear, Motyl señala el peligro de una internacionalización del conflicto que podría conducir a un escenario apocalíptico. ¿Cómo podría suceder si a priori la OTAN ha dicho que no puede inmiscuirse porque Ucrania no es miembro de la Alianza Atlántica? El experto de la Universidad de Rutgers señala como detonante de un ataque ruso a un tercer país el envío de armas occidentales a Ucrania desde Polonia. “Los rusos han dicho que solo atacarían cargamentos de armas occidentales dentro de Ucrania, pero es fácil imaginar que se produzca un ataque contra camiones occidentales en Polonia. ¿Y cómo responderá entonces la OTAN?”, se pregunta Motyl.

Una paz negociada

La opción que de momento se está escenificando entre Ucrania y Rusia es la del diálogo. Ambas partes se han reunido dos veces. Rusia pide la “desmilitarización” de Kiev, lo que significa un cambio de régimen. El gobierno de Zelenski exige la retirada de las tropas rusas. La salida negociada al conflicto no parece hoy la más cercana. “Cualquier tipo de negociaciones de paz solo pueden tener éxito de forma temporal y con el fin de que Rusia gane tiempo para reorganizar sus fuerzas”, explica Kovalyova, que añade: “La no ocupación de Ucrania puede ser posible sólo en el caso de la ayuda militar de los aliados. Ucrania no tiene capacidad militar, demográfica y económica para contrarrestar durante largo tiempo la ocupación de su territorio por parte de un país mucho más potente como Rusia. Si en el terreno podría tener predominancia táctica, en el aire Rusia sigue siendo muy superior”.