Rusia

Los argumentos que usan los negacionistas de la matanza de Bucha

Políticos rusos y varios periodistas estadounidenses creen que los muertos civiles de esta ciudad son un montaje para desacreditar al Kremlin

Una vecina consuela a Natalya, cuyo esposo y sobrino fueron asesinados por las fuerzas rusas, mientras llora en su jardín en Bucha, Ucrania
Una vecina consuela a Natalya, cuyo esposo y sobrino fueron asesinados por las fuerzas rusas, mientras llora en su jardín en Bucha, UcraniaVadim GhirdaAgencia AP

El régimen ruso se está empleando a fondo para tratar de contrarrestar lo que a su juicio es una campaña manipulada desde Ucrania y otros de países occidentales para desacreditar a Rusia tras la difusión de las imágenes dedecenas de muertos civiles en la ciudad ucraniana de Bucha. Esta ciudad de 30.000 habitantes y situada el norte de Kiev estuvo tomada por las tropas del Kremlin durante varias semanas. Hace unos días, los soldados invasores se retiraron y, según todos los indicios, ejecutaron de forma sumaria a más de 300 civiles, cuyos cadáveres quedaron tendidos en la calle y posteriormente descubiertos con sorpresa y horror por las tropas ucranianas y periodistas locales y occidentales. Hubo casos de civiles asesinados en sus casas. Algunos cadáveres aparecieron atados de manos y otros incluso fueron enterrados.

Rusia ha pedido una investigación independiente sobre lo sucedido en Bucha. El embajador adjunto de Rusia, Dmitri Polyanskiy, acusa a Londres de querer “evitar que planteemos el asunto por separado, lo que causaría daños a la reputación de los países occidentales que ya han culpado a Rusia por asesinar a civiles en Bucha. Esto no va a funcionar y el mundo debe conocer la verdad”, señaló a través de las redes sociales.

Vyacheslav Volodin, el presidente del parlamento en Rusia, sostiene que las imágenes de la matanza de Bucha constituyen un montaje escénico y una provocación destinada a desacreditar a Rusia. Volodin, como el resto de portavoces rusos, no ofreció ninguna prueba o evidencia para respaldar sus afirmaciones. El presidente de la Duma dijo “el único objetivo es desacreditar a Rusia, justificar las sanciones, el suministro de armas a Ucrania y otras acciones hostiles, así como exacerbar aún más la situación en Ucrania”. Para Volodin “no hay hechos, solo mentiras. Los medios de comunicación ucranianos tuvieron que eliminar las pruebas fotográficas publicadas por ellos, ya que la información no está confirmada. Pero ya a nadie le importa todo esto. Las acusaciones ya se han hecho”.

Al coro de negacionistas se ha sumando Dmitri Medvedev, uno de los aliados más cercanos de Vladimir Putin. El que fuera presidente de Rusia entre 2008 y 2012 dijo que las afirmaciones de que las fuerzas rusas ejecutaron a civiles en Bucha son falsedades lanzadas por la propaganda ucraniana y occidental para desacreditar a Rusia. “Estas son falsificaciones que han madurado en la imaginación cínica de la propaganda ucraniana”, dijo Medvedev, quien ahora es subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia. Para este alto cargo, los muertos en las calles de Bucha “fueron inventados a cambio de grandes cantidades de dinero”.

No solo políticos rusos han cuestionado la veracidad de estas imágenes. La prensa oficial rusa ha destacado las palabras de periodistas estadounidenses en las que se muestra alguna duda sobre la matanza de Bucha. El caso más notoria es el de Glenn Greenwald, quien ha dicho que las fotografía y vídeos de los muertos en las calles de esta localidad próxima a Kiev podrían constituir una “manipulación” lanzada en redes sociales e instó a pensar de manera racional en lugar de ceder ante las emociones.

A Greenwald le parece “muy alarmante ver cómo la gente ve unas fotos y videos publicados por uno de los Gobiernos involucrados en la guerra y dejan que su repulsión emocional válida les lleve a declarar que ha llegado la hora de la Tercera Guerra Mundial”, escribió el periodista en Twitter. Greenwald se hizo famoso por su implicación en el caso del ex analista norteamericano Edward Snowden, quien le eligió para que le ayudara a sacar a la luz la vigilancia que el Gobierno de EEUU estaba realizando sobre las comunicaciones de millones de norteamericanos anónimos y mandatarios de países amigos.

Greenwald lamentó que “nadie sea inmune a manipulaciones en las redes sociales” y pidió abordar las afirmaciones con “escepticismo”. Citó como ejemplo al periódico The New York Times, que cuando habla en sus artículos sobre Bucha dice que las imágenes de la matanza “no ha podido verificar las declaraciones de manera independiente”.

El periodista y comentarista estadounidense Michael Tracy también cree que el gobierno ucraniano está tratando de obligar a Estados Unidos y a la OTAN a participar en la guerra mediante la publicación de vídeos de propaganda sobre la matanza de Bucha, según declaraciones recogidas por la agencia rusa Tass. Tracy considera que no tiene sentido para Rusia llevar a cabo ejecuciones de civiles después de retirarse de la ciudad de Bucha y tras varias rondas de negociación entre Moscú y Kiev sabiendo que el ejército ucraniano entraría en estas ciudades.