Defensa

¿Cómo protegerían EE UU y Reino Unido a Suecia durante la adhesión a la OTAN?

Los aliados garantizan una mayor presencia militar en el Báltico hasta que se complete la integración sueca en la Alianza Atlántica

Tropas suecas participan en maniobras militares en el Báltico
Tropas suecas participan en maniobras militares en el BálticoJoel ThungrenAgencia AP

Suecia, junto a su vecina Finlandia, se disponen a llamar a las puertas de la OTAN en los próximos días ante los riegos para su seguridad que ha mostrado la invasión rusa de Ucrania. En el debate nacional en el que está inmerso ahora el país nórdico sobrevuela una pregunta clave: ¿con qué protección podrá contar Estocolmo mientras dure el proceso de integración? Hasta que los 30 aliados no ratifiquen el tratado de adhesión, Suecia no podrá contar con el paraguas del artículo 5 del Tratado de Washington, que garantiza la defensa mutua en caso de que uno de los Estados miembros sea atacado.

En recientes declaraciones a la televisión pública SVT, el ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, anticipa una mayor presencia militar de la OTAN en la región báltica para disuadir a Rusia de cualquier acción agresiva.

“Si vamos a unirnos a la OTAN, es muy importante que haya algún tipo de garantía por parte de los países dentro de la OTAN de que están preparados para defender a Suecia y Finlandia”, explica Hultqvist. “La expresión práctica puede ser la presencia de fuerzas de combate aéreo en el área, la presencia de unidades navales, tropas que participan en varios ejercicios”, enumera el ministro de Defensa, que prefiere hablar de seguros de seguridad y compromisos de la Alianza Atlántica.

Hultqvist da por hecho “una mayor presencia militar de los países con los que normalmente cooperamos y del lado de la OTAN”. Como ejemplo, el dirigente socialdemócrata menciona al destructor de misiles guiados “USS Forrest Sherman”, que visitó Estocolmo en marzo, y los barcos de varios países de la OTAN que visitaron Estocolmo en abril.

En concreto, varias fuentes cercanas al Gobierno confirmaron las promesas de garantía de seguridad que Estados Unidos y Reino Unido han ofrecido a Suecia, según informaba el diario “Aftonbladet” el 25 de abril.

Las promesas, según dichas fuentes, cubren una mayor presencia militar, ejercicios militares intensificados y un “fuerte apoyo político” de los países de la OTAN a Suecia si finalmente solicita su adhesión a la organización militar.

Durante los meses que se prolongue el período de adhesión, Suecia sería más vulnerable a un ataque ruso, un riesgo tomado en serio a la luz de las repetidas amenazas rusas contra la integración de Estocolmo y Helsinki en la OTAN.

“Las declaraciones de que Suecia no estará protegida ni recibirá apoyo durante un posible proceso de solicitud juegan en las manos de Rusia”, advertía una fuente del Gobierno a “Aftonbladet”.

Precisamente, el primer ministro británico, Boris Johnson, visita este miércoles Estocolmo, donde se reunirá con su homóloga sueca, Magdalena Andersson, con quien tendrá oportunidad de conversar sobre la situación en Europa tras la invasión rusa de Ucrania, así como sobre la eventual solicitud de adhesión de Suecia a la OTAN. El país nórdicos espera que el líder británico dé garantías de seguridad por escrito de ayudar a Estocolmo en caso de ser atacado. Alemania, Dinamarca y el mismo Reino Unido han realizado previamente declaraciones en público en este sentido. Horas más tarde, Johnson tiene previsto viajar a Helsinki, donde se reunirá con la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

En opinión del ministro de Defensa sueco, la integración de Suecia y Finlandia en la Alianza reforzaría la seguridad nórdica, en especial en las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania), que ya forman parte de la OTAN. “Por supuesto que significaría una profundidad estratégica muy distinta, una señal muy fuerte en política de seguridad y una sólida plataforma para la cooperación en defensa nórdica dentro del marco de la OTAN”, declaró en una entrevista a la emisora pública Radio Suecia Hultqvist, que en el pasado se había mostrado contrario a que Suecia abandone su no alineamiento militar.

Los próximos días son clave para que los Gobiernos socialdemócratas de Estocolmo y Helsinki tomen una decisión sobre una solicitud de adhesión que se da ya por segura ante el creciente consenso políticos en ambos países. “Hay un antes y un después del 24 de febrero”, constata Hultqvist. Este domingo, el Partido Socialdemócrata Sueco (SAP) anunciará su nueva posición sobre la Alianza Atlántica tras décadas de rechazar una adhesión, que, según temía, reduciría la autonomía de la política exterior sueca, especialmente en su rechazo a las armas nucleares. Un día antes, los socialdemócratas finlandeses (SDP) también darán a conocer su posición. Todo ello allanará el camino para que el anuncio esté listo durante la vista del presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, a Estocolmo, prevista para el 17 y 18 de mayo. Niinistö visitirá la base naval de Berga, en las afueras de Estocolmo, donde mantendrá conversaciones sobre cooperación en defensa con el Gobierno sueco.