Imagen del Harry S. Truman junto a Palma

El portaaviones nuclear estadounidense Harry S. Truman, una máquina de guerra con casi 6.000 tripulantes, llega a Palma

El buque, con más de 300 metros de eslora, ha venido realizando maniobras en el Mediterráneo, incluidos ejercicios con el portaaviones español Juan Carlos I

Desde luego, el portaaviones estadounidense Harry S. Truman es un viejo conocido de los palmesanos y de los visitantes asiduos de la ciudad, pues ya estuvo aquí en el año 2014. El grandioso buque militar de la Marina de Guerra de Estados Unidos, de propulsión nuclear, recala de nuevo con sus cerca de 6.000 tripulantes, que no dejan de ser una fuente de negocio nada despreciable para los negocios de la ciudad.

El caso es que, una vez más, el “Harry S. Truman” ha recalado en Palma, lo hizo el pasado viernes, y así lo hizo constar en su cuenta de Twitter: “Emocionado de llegar a Palma para experimentar la rica historia, la cultura vibrante y la gente maravillosa de nuestro #NATO aliado, España. ¡Esperamos continuar nuestro trabajo juntos para contribuir a la fuerza colectiva de la alianza!”.

De hecho, el buque recibía ayer la visita de autoridades civiles y militares. Además, el propio oficial al mando del buque, el capitán Gavin Duff, daba las gracias a la ciudad por su amabilidad y aseguraba que “muchos de nuestros marineros han estado esperando esta visita al puerto durante algún tiempo y sé que se irán de Palma con recuerdos duraderos de la amabilidad, la generosidad y la cocina de Palma”.

Tras dos paradas en Italia, dos en Grecia, una en Croacia y otra en Francia, llegaban al puerto mallorquín para unos días de descanso. El portaviones volverá a surcar el mar Mediterráneo el martes, por lo que no tiene previsto el regreso inmediato a su base aeronaval originaria de Virginia, de la que salió en diciembre. Durante los meses que lleva de navegación, el Harry S.Truman ha participado en dos operaciones bajo mandato de la OTAN. Además de estas misiones, también participan en maniobras y ejercicios con países aliados, como Grecia, España, Inglaterra, Francia y Turquía. De hecho, en marzo su sumó a los portaaviones italiano y francés “Cavour” y “Charles de Gaulle”, respectivamente, juntando los gres grupos de ataque para comprobar la capacidad de realizar una serie de misiones tácticas para coordinar la defensa aérea y ampliar el alcance de ataque marítimos de precisión.

Asimismo, desde su despliegue en el área de operaciones de las Fuerzas Navales de EE. UU. en Europa (NAVEUR) a finales de 2021, han operado junto a barcos y personal de la Armada española en múltiples ocasiones, incluida la navegación. con el buque de asalto anfibio polivalente español ESPS Juan Carlos I (L-61) a finales de mayo en apoyo de la actividad liderada por la OTAN Neptune Shield. Los barcos del grupo de ataque también han completado múltiples visitas a puertos en ciudades españolas durante su despliegue, incluidas Barcelona y Rota.

Imagen de la formación de los portaaviones Juan Carlos I, Harry S Truman y Cavour de las marinas española, estadounidense e italiana.
Imagen de la formación de los portaaviones Juan Carlos I, Harry S Truman y Cavour de las marinas española, estadounidense e italiana.La Razón

Y es que ver un buque como el “Harry S. Truman” es un espectáculo en sí mismo. Se trata del buque insignia del HSTCSG; elementos adicionales incluyen los nueve escuadrones de CVW 1, comandados por el Capitán Patrick Hourigan; el personal y los destructores de misiles guiados de DESRON 28 comandados por el Capitán Blair Guy, que han incluido: USS Bainbridge (DDG 96), USS Cole (DDG 67), USS Gonzalez (DDG 66), USS Gravely (DDG 107) y USS Jason Dunham (DDG 109); y el crucero de clase Ticonderoga USS San Jacinto (CG 56), comandado por el Capitán Christopher Marvin.

Características

Con 18 pisos de altura y una cubierta de vuelo de 78 metros de ancho por 334 de largo, en la que cabría tumbado el rascacielos Empire State, el portaaviones estadounidense es una auténtica ciudad flotante en la que habitan casi 6.000 almas. Cada uno de sus tripulantes tiene una función específica que cumple a rajatabla en turnos rotatorios para hacer posible el correcto funcionamiento de esta embarcación que está en marcha las 24 horas, incluso durante los cinco días anclado frente a la capital balear antes de zarpar mañana hacia la base de Norfolk, en Virginia.

El Harry S. Truman, de la clase Nimitz, es el noveno portaaviones de propulsión nuclear de la armada norteamericana y su función es “proteger los intereses de los Estados Unidos en todo el mundo, en todo momento y en cualquier lugar”, según reza su dossier de prensa. El barco fue botado el 13 de septiembre de 1996 y entregado a la Armada de los Estados Unidos el 30 de junio de 1998. El USS Harry S. Truman fue comisionado el 25 de julio de 1998. Ha llevado a cabo al menos ocho despliegues.

Un F-18 en el portaaviones USS Truman
Un F-18 en el portaaviones USS TrumanUS NavyUS Navy

Tiene capacidad para transportar entre 70 y 85 aeronaves, entre aviones y helicópteros, dependiendo del tipo que sean, aunque puede llegar incluso a 90. En este caso, buena parte de sus aviones son F/A-18 Super Hornet.Su armamento consta de dos Sea Sparrow Mk 57, dos RAM RIM-116 y tres Phalanx CIWS. Dispone de dos reactores nucleares que le dan 260.000 cv de potencia y una autonomía ilimitada, pudiéndose desplazar a una velocidad de hasa 30 nudos.

Hay unos ochenta cocineros en el portaaviones, casi tantos como pilotos (que son alrededor de cien) y sirven unas 18.150 comidas al día. Del mismo modo que hombres y mujeres duermen en zonas separadas (alrededor de un 25 % de la tripulación el Harry Truman son mujeres), los comedores se organizan por graduación.

Cuando el Harry S. Truman está navegando, hay embarcaciones de suministro que transportan comida a bordo una vez a la semana. El portaaviones tiene su propia desalinizadora y potabilizadora de agua y un sistema de tratamiento de residuos donde se separan por tipos, se compactan y almacenan hasta que llegan a puerto.

Todas las necesidades están cubiertas, incluidas las espirituales, con tres capellanes a bordo (un católico, un ortodoxo y un protestante) y oficios religiosos para las distintas confesiones que conviven en el buque.

Para el tiempo libre, hay varios gimnasios, un entrenador profesional y salas de proyección. Además, el portaaviones recibe periódicamente la visita de artistas famosos que acuden a animar a la tropa, a veces organizan bingos y alguna competición deportiva como minimaratones en la cubierta de vuelo.

También hay calabozos, "por si alguien se mete en líos o toma decisiones equivocadas", detalla el capitán de corbeta Jones, quien recalca que la edad media de la tripulación se sitúa entorno a los 20 años, aunque el tripulante de mayor edad es uno de los oficiales de alto rango, que tiene 55 años.

Mantener en marcha esta auténtica ciudad flotante, que desplaza 97.000 toneladas y en la que nada se deja al azar, tiene un coste operativo que ronda el millón de dólares al día, según explica el teniente John Fage, uno de los 30 oficiales de relaciones públicas del buque.