Biden carga contra los republicanos extremistas: “Son una amenaza para Estados Unidos”

El tono de los discursos del presidente de Estados Unidos ha cambiado considerablemente desde que tomó posesión del cargo. Si hasta ahora Joe Biden había destacado por apelar al consenso y a la unidad de todos los estadounidenses, su retórica parece haber dado un giro radical centrándose, desde hace varias semanas, en recalcar los peligros contra la democracia del país.

Con un discurso más agudo y combativo, Biden se dirigía este jueves por la noche a la nación desde el emblemático edificio Independence Hall en Filadelfia, en horario de máxima audiencia, para criticar con dureza el comportamiento de algunos miembros del Partido Republicano por “abrazar el semi-fascismo” al rendirle lealtad al ex presidente Donald Trump, y a quienes critica por estar llenos de “ira, odio, violencia y división”.

“Donald Trump y los republicanos de MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de nuestra República”, resaltó Biden al arremeter contra el ex presidente republicano, calificando las próximas elecciones de mitad de mandato (Midterms) como una “batalla por el alma de la nación”. Título previamente elegido para sus simbólicas palabras desde la ciudad con más historia de Estados Unidos. “Pero no hay duda de que el Partido Republicano de hoy está dominado, impulsado e intimidado por Donald Trump y los republicanos del MAGA”, agregó. “Y esto es una amenaza para el país”.

A menos de dos meses de que se celebren las legislativas de noviembre, el discurso de 24 minutos de duración de Biden estuvo cargado de simbolismo. No únicamente por el histórico lugar donde decidió ofrecerlo, el mismo escenario donde hace más de dos siglos se adoptaron la declaración de la Independencia y la Constitución de Estados Unidos, sino también por la estratégica selección del estado.

Y es que en política, todo cuenta. Estado decisivo en clave electoral, Pensilvania ha sido el escenario de las tres últimas intervenciones públicas del presidente Joe Biden en la misma semana. Fue también uno de los que le otorgó la victoria al demócrata en las presidenciales de 2022, siendo conocido como “bisagra” o “indeciso”, cuyo voto suele cambiar de color en función de los candidatos o las circunstancias.

La Casa Blanca parece hacer cambiado recientemente de estrategia a la hora de difundir los mensajes oficiales del Gobierno. “Proteger la democracia no trata sobre ser republicano o demócrata, sino de ser estadounidense”, resaltó en una entrevista para LA RAZÓN una de las portavoces de la Casa Blanca, Jennifer Molina. “Por eso el presidente Biden quiere detallar lo que está haciendo el Partido Republicano hoy en día, así como el progreso que hemos hecho bajo su presidencia”, adelantó Molina poco antes de que diera comienzo el discurso presidencial.

La recta final de campaña electoral por el control del poder legislativo estadounidense parece haber re-dirigido la dialéctica del líder demócrata en resaltar las amenazas de quienes atentan directamente contra la Constitución y la advertencia de que los valores democráticos de Estados Unidos están siendo atacados por fuerzas extremistas leales al magnate neoyorquino, que ha manifestado su interés de volver a la Casa Blanca si la actual investigación judicial puesta en marcha contra él no se lo impide.

Pero, más allá de resaltar las diferencias ideológicas entre ambas formaciones políticas en temas divisorios como las armas o el aborto, el discurso del presidente se centró en atacar a sus rivales políticos por incitar a la “violencia política”.

“El Partido Republicano se ha vuelto cada vez más extremista bajo el mandato de Donald Trump. Esto es algo que preocupa mucho porque la democracia, tal y como va a detallar el presidente Biden, es muy frágil”, adelantó Molina. “Para el presidente Biden es muy importante dar este mensaje porque hay mucho en riesgo y no podemos dejar que el Partido Republicano siga dividiendo al país, sino que debemos unirnos”, añadió la portavoz en español.

El presidente estadounidense también hizo una referencia directa a la batalla entre “autocracia y democracia”, uno de los temas elegidos siempre por Biden a la hora de argumentar que el país debe demostrar que la democracia es un modelo competitivo, tal y como sucedió tras el histórico asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Biden también aprovechó la oportunidad para resaltar algunos logros recientes de su Administración en materia de cambio climático, infraestructura o sanidad. Lo cierto es que los índices de aprobación de Biden y, con ellos, la popularidad del presidente demócrata han mejorado ligeramente en las últimas semanas, según recientes encuestas. Ventaja que tratarán de aprovechar al máximo los liberales en la próxima cita de los estadounidenses con las urnas. La mayoría de ambas Cámaras del Congreso -la totalidad de la Cámara de Representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (34 de los 100 senadores)- está en juego en los comicios legislativos de noviembre.

La reacción de Trump

Horas después, el ex presidente Trump aseguró que Biden debe sufrir un estado de “demencia prolongada”, después de las críticas que lanzó contra los republicanos afines al movimiento MAGA (‘Make America Great Again’).

“Si miran las palabras y el significado del torpe y enfadado discurso de Biden, amenaza a América, incluso con el posible uso de la fuerza militar. Debe estar enfermo, o sufre un prolongado estado de demencia”, ha escrito Trump en la red social que creó tras ser expulsado de Twitter.