Nueva fase

Ucrania recupera más territorio ocupado del sur y el este

El presidente Zelenski informa que el Ejército ha reconquistado 6.000 kilómetros a Rusia en Jarkiv y Donetsk

Seis mil kilómetros cuadrados o alrededor del 1% del territorio ucraniano han sido liberados por la ofensiva simultánea del Ejército ucraniano en las regiones de Jarkiv y Jersón. Solo en la región de Jarkiv se liberaron 300 asentamientos con unos 150.000 habitantes. Se espera que el número aumente con otros que aún no han sido confirmados oficialmente como liberados.

El Ejército ruso ha perdido cerca de 4.000 soldados en tan solo una semana, con una cifra total de muertos en combate desde el inicio de la invasión que supera los 53.000. Ucrania reporta una gran cantidad de equipo militar ruso capturado, suficiente para armar una brigada, según Myjailo Samus, analista militar.

Además, las autoridades y colaboradores rusos podrían haber abandonado varias localidades de la región de Lugansk. «La bandera ucraniana se ha izado en Kreminna durante tres días consecutivos sin que nadie la descolgara», alega Sergiy Gaidai, gobernador de Lugansk. Sin embargo, advierte de que el Ejército ucraniano aún no ha entrado en la ciudad. La inteligencia ucraniana también informó ayer que los comandantes militares rusos y las fuerzas especiales de seguridad están trasladando a sus familias desde la península anexionada de Crimea por temor al avance ucraniano.

Unos 10.000 combatientes chechenos, leales al líder designado por Rusia,Ramzan Kadyron, supuestamente fueron enviados para ayudar a las tropas rusas en Ucrania, según Kadyrov. El número real puede estar más cerca de 1.300, afirma el ministro de Defensa de Ucrania, Olexiy Reznikov. Indica que están siendo utilizados para no permitir que los combatientes rusos se retiren, ya que su moral está bajando. Reznikov también explica que la ofensiva ucraniana en Jersón se está moviendo a un ritmo más lento debido al terreno más desafiante que ofrece más formas para que los soldados rusos se escondan de la armas ucranianas.

Los dirigentes estadounidenses han advertido que no se celebre una victoria demasiado pronto, alertando que aún es probable que Ucrania y Rusia obtengan ganancias de terreno de ida y vuelta. El secretario de Estado, Antony Blinken, afirmo que a pesar de «los primeros signos positivos», es muy probable que la guerra continúe durante un período de tiempo significativo. Funcionarios americanos advirtieron que las negociaciones entre Rusia y Ucrania están todavía lejos debido a que Moscú sigue insistiendo en la capitulación total del Gobierno de Kyiv.

Mientras, el Kremlin ha reaccionado a la ola de críticas internas a su capacidad militar después de una derrota en Jarkiv con una amenaza velada. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó ayer que los numerosos comentarios críticos estaban «al borde» de violar la ley. Peskov aseguró que «la gente apoya a su presidente».

Rusia insiste en que no ocurrirá ninguna movilización masiva en Rusia mientras lucha para evitar que la mayoría de su población sienta los efectos de la invasión de Ucrania. En cambio, después de pedir ayuda a Siria, Irán y Corea del Norte, el Kremlin busca comprar proyectiles de artillería de producción soviética en las ex repúblicas soviéticas de Asia Central de Tayikistán y Kirgizistán, donde también demanda soldados para luchar en Ucrania.

Los analistas militares ucranianos advierten de que, incapaz de derrotar a Ucrania en el campo de batalla, es probable que Rusia continúe los ataques contra la infraestructura ucraniana en un intento de dejar grandes partes del país sin gas ni electricidad. Mykola, residente de Jarkiv, que ha permanecido allí a pesar de los bombardeos casi diarios, cuenta a LA RAZÓN que la electricidad se restableció en gran medida en toda la ciudad después del ataque con misiles de Rusia contra la central térmica el domingo con solo problemas esporádicos. A pesar de los bombardeos, varios residentes han regresado a la ciudad desde julio, a menudo por factores económicos, con la gente acostumbrándose a la situación peligrosa.

Ucrania ha pedido entregas de defensas aéreas más rápidas y un aumento general de las entregas de armas a la luz de los ataques de Rusia contra la infraestructura social. Su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, criticó a Alemania por su renuencia a enviar tanques modernos y otras armas a Ucrania para «salvar a su pueblo del genocidio» después de que el canciller Olaf Scholz afirmara que su Gobierno no podía hacer eso por sí solo: «Ni un solo argumento sobre por qué estas armas no pueden suministrarse, solo miedos abstractos y excusas. ¿De qué tiene miedo Berlín que no tenga Kyiv?». Scholz había afirmado repetidamente que su país enviaría armas a Ucrania, pero gran parte del armamento prometido aún no ha llegado después de meses de espera, lo que contrasta fuertemente con la ayuda que Ucrania ha estado recibiendo de EE UU, Reino Unido y los países de Europa del este. Se espera que su ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, visite Kyiv hoy para discutir “el tema del aumento de la asistencia militar y técnico-militar a Ucrania”.

Mientras, el jefe de la Oficina del Presidente ucraniano, Andriy Yermak, y el ex secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen presentaron ayer recomendaciones iniciales sobre el Tratado de Seguridad de Kyiv para la asociación estratégica de Ucrania y los países garantes.

Sin pretender sustituir en el futuro la pertenencia del país a la OTAN, prevé una serie de medidas encaminadas para prevenir otro ataque contra Ucrania. De acuerdo con sus principios generales, Ucrania necesitaría una gran inversión y entrenamiento de sus fuerzas armadas. Los países que proporcionarían garantías jurídicamente vinculantes a Ucrania también aceptarían introducir sanciones generalizadas contra el país agresor.

Los posibles garantes de la seguridad de Ucrania podrían incluir Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Polonia, Italia, Alemania, Francia, Australia, Turquía, así como los países del norte de Europa y del Báltico, Centro y Este de Europa.