Estados Unidos

Abucheos y gritos de "mentiroso" a Biden en su discurso del estado de la Unión

El presidente de EE UU tienda la mano a los congresistas republicanos durante el discurso en el Congreso, donde parte de la oposición le acusó de las muertes por fentanilo

Joe Biden advierte a China que "nunca es buena idea" apostar contra Estados Unidos
Joe Biden advierte a China que "nunca es buena idea" apostar contra Estados UnidosEuropa Press

Era uno de los discursos más importantes de su presidencia y Joe Biden no decepcionó, al menos a sus propias filas. El líder demócrata dirigió por segunda vez en su mandato el tradicional mensaje a los legisladores enmarcado en el Estado de la Unión, aunque era la primera vez que lo hacía ante un Congreso dividido, desde que la oposición retomó en enero el poder de la Cámara de Representantes.

El republicano Kevin McCarthy presidió también por primera vez la sesión, demostrando una gran complicidad con la vicepresidenta Kamala Harris, sentada a su lado, en calidad de presidenta del Senado. Lejos quedaron aquellos sonados desencuentros entre Nancy Pelosi y Donald Trump. Pocos minutos después, ya con todo el público en la sala, fue anunciado por todo lo alto, antes de hacer su estelar aparición, “el presidente de los Estados Unidos de América”.

Enérgico, conciliador, optimista y, sobre todo, muy patriótico, Biden apeló continuamente durante su discurso a la unidad, tanto de la cúpula política del país como de la sociedad estadounidense, destacando la importancia de la democracia, el proteccionismo económico y el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, especialmente ante las amenazas de Rusia y China.

El presidente de Estados Unidos recalcó su decisión de seguir apoyando a Ucrania durante “todo el tiempo que sea necesario” en su lucha contra la guerra originada por Vladimir Putin, y así se lo hizo saber a la embajadora ucraniana en Washington, Oksana Markarova, invitada de honor que se levantó muy emocionada a dar las gracias llevándose la mano al corazón.

El discurso de 7.218 palabras del presidente Joe Biden duró una hora y doce minutos, aunque estuvo presente en la emblemática sala del Congreso cerca de media hora más, el tiempo que tardó en desplazarse desde la puerta principal hasta el atril, y viceversa. Decenas de funcionarios de la sede del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial del país, uno a uno, esperaron su minuto de gloria para saludarle, estrecharle la mano, hablarle al oído e incluso, los más atrevidos, pedirle un "selfie". Biden, muy sonriente, se detuvo a complacerles.

La noche del martes, las palabras del presidente estadounidense cerraron el primer ciclo de su mandato y, como consecuencia, fueron dirigidas a resaltar los logros de sus primeros dos años de presidencia, recalcando una y otra vez el apoyo bipartidista alcanzado.

Tampoco faltó ningún ingrediente de los que convierten esta cita política del Congreso en uno de los espectáculos televisados de mayor interés nacional. Hubo, en total, 100 interrupciones por aplausos, incluyendo en numerosas ocasiones la de legisladores de la oposición.

Biden no mencionó, ni de refilón, los documentos clasificados que le fueron confiscados entre sus pertenencias y por los que ahora está bajo la investigación, junto a Donald Trump y Mike Pence, del Departamento de Justicia de EE UU. Tampoco pronunció una sola palabra sobre su posible reelección, aunque el tono de su discurso sí fue pronunciado en clave electoral.

Si algo dejó claro el presidente Joe Biden fue su intención de seguir gobernando con la aprobación de reformas aprobadas por ambas formaciones políticas, tal y como alardeó haber conseguido alcanzar en incontables ocasiones durante su primer ciclo de mandato. Aunque la nueva minoría radical republicana, ese puñado de aliados de Trump negacionistas del resultado electoral de 2020 que lograron un asiento en el Congreso tras las "Midterms" de noviembre, no se lo pondrán nada fácil.

Así lo dejaron de manifiesto anoche, durante un rifirrafe con el presidente demócrata. La congresista republicana por Georgia, Marjorie Taylor Greene, y otros nuevos miembros de su partido, abuchearon y llegaron a gritarle “mentiroso” con gestos despectivos cuando el presidente Joe Biden dio a entender que algunos conservadores quisieron recortar el sistema de salud Medicare y el Seguro Social como parte de sus negociaciones presupuestarias.

“Levantaos y mostrarles: ¡No vamos a recortarlo!” añadió, mientras la oposición continuaban con sus protestas. “Tenemos la unanimidad”, añadió Biden. “Cualquiera que lo dude, que contacte a mi oficina y les envío una copia de la propuesta”.

"Tercera Guerra Mundial"

Tampoco el ex presidente Donald Trump, único candidato oficial a las primarias de las presidenciales de 2024 por ahora, dejará que la Administración Biden avance los próximos dos años en las prioridades de su agenda de Gobierno sin lanzarle acusaciones de corrupción y alertar sobre los riesgos de sus decisiones en la Casa Blanca. “Nos está abocando a la Tercera Guerra Mundial y, por encima de todo eso, es el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos”, dijo Trump el martes a través de un mensaje televisado tras el discurso de Biden.

La campaña de Donald Trump hacia las elecciones presidenciales ya ha comenzado, pero ni Joe Biden ni ningún otro demócrata ha desvelado todavía el secreto hasta ahora mejor guardado del Partido. El presidente de EE UU no pronunció palabra en esa dirección, aunque la forma y el fondo de su discurso más esperado dieron a entender que el segundo ciclo del primer mandato de Biden estará muy competido y dirigido hacia la carrera presidencial.

Como si de un mitin electoral de campaña se tratara, Biden esquivó las burlas en forma de gritos y abucheos con contestaciones inmediatas y respuestas en clave de humor, que arrancaron las carcajadas de los asistentes. El líder demócrata también supo desviar algunos de esos dardos envenenados hacia los republicanos, recordando su complicidad en el asalto al Capitolio, que hizo tambalear los cimientos de la democracia estadounidense, y también su responsabilidad sobre la actual polémica del techo de la deuda.

“¡Es su culpa!”, acusó un legislador republicano al presidente, acompañado por la palabrota de otro compañero de filas, contra el Biden al hacer referencia, durante su discurso, a la crisis del fentanilo derivada de la cantidad de drogas que cruzan de contrabando las fronteras entre México y Estados Unidos.

Casi todo el discurso del estado de la Nación fue dado en clave nacional, sobre todo con la optimista perspectiva de las históricas cifras de creación de empleo y el descenso de la inflación, pero el presidente de EE UU no pudo evitar mencionar a su gran rival internacional. “Estoy comprometido a trabajar con China en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie al mundo”, explicó Biden, pero “si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y así lo hicimos”, agregó en referencia a la destrucción del globo espía la semana pasada.

En esa misma línea, Biden desafió a la oposición, con mayoría en la Cámara Baja, a cooperar juntos para “terminar el trabajo” de reparar la inestable economía y la frágil democracia estadounidenses. Aunque sin ofrecer concesiones, el demócrata también se comprometió a colaborar con sus “amigos republicanos”.

“Si pudimos trabajar juntos en el último Congreso, no hay razón para que no podamos trabajar juntos y encontrar un consenso sobre cosas importantes también en este Congreso”, señaló Biden, tendiendo la mano a sus rivales políticos en un gesto que muchos interpretaron como la apertura de una campaña de reelección, en su nombre o en el de alguien de su confianza, que podría anunciarse formalmente tan pronto como llegue la primavera.