Primera vuelta

Las sospechas de fraude electoral sobrevuelan Colombia

Varios candidatos presidenciales desconfían del «software» empleado por la empresa española Indra para realizar el recuento de los votos

Gustavo Petro, en su cierre de campaña en Bogotá
Gustavo Petro, en su cierre de campaña en BogotáDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia estarán bajo el microscopio. Las denuncias de posible fraude se han acumulado los últimos meses, y por distintos actores. El sector que más lo ha señalado ha sido la izquierda encabezada por Gustavo Petro, favorito para quedar primero este domingo.

Ha insistido en la inseguridad del sistema electoral colombiano desde 2018, cuando Petro puso en dudas los resultados que lo dieron como perdedor de las presidenciales. Entonces, denunció inconsistencias en formularios que se llenan de manera manual y reflejan los votos de cada candidato.

En 2022 se ha retomado la noción del amaño electoral, ya no solo por parte de la izquierda. Desde las legislativas del 13 de marzo, se cuestiona la limpieza del proceso cuando se verificó que la cantidad de votos del Pacto Histórico, la plataforma de Petro, había sido mayor de lo informado inicialmente por la Registraduría. «Lo que hace el Registrador hoy, ahora sí se llama fraude», escribió Petro en Twitter cuando el registrador Alexander Vega anunció un recuento de votos, que después no llevó a acabo. El 19 de marzo, el ex presidente Álvaro Uribe acusó a Petro de pretender «robarse» las elecciones. Y su antecesor, el conservador Andrés Pastrana, aseguró que las cifras oficiales del registrador Vega «apestan a fraude» a favor del Pacto Histórico.

Desde entonces, todas campañas presidenciales reforzaron sus equipos de observadores electorales. Federico «Fico» Gutiérrez, principal rival de Petro, dijo que tiene «una desconfianza absoluta en el registrador nacional» y que «cada día aumenta la desconfianza en las instituciones».

El sistema electoral de Colombia ofrece unos primeros resultados la noche de las elecciones, con un preconteo manual en las mesas de votación, sistematizado por teléfono a un centro de datos en Bogotá. Días más tarde se publican los resultados definitivos, procesados por el «software» de la empresa española Indra.

La ONG Misión de Observación Electoral (MOE) ha registrado anomalías en las planillas manuales, incluyendo que «van desde un diligenciamiento inadecuado de las casillas de los formularios y sumas incorrectas de los votos depositados, captura inadecuada de los mismos en el sistema de preconteo, hasta casos de manipulación y alteración de los resultados depositados en el formulario por parte de jurados de votación, que incluso han sido reconocidos públicamente». Los observadores reconocieron que muchos errores se fueron corrigiendo, pero señalaron fallos en el proceso que causan las inconsistencias, incluyendo el diseño de los formularios.

En paralelo, la MOE también registró 79 denuncias de compra de votos dos días antes de las elecciones al Congreso. La práctica más habitual es acompañar a los electores comprados para verificar que voten como ha sido acordado previamente para luego pagarles. También se han visto entregas de electrodomésticos y otro tipo de supuestos regalos. «Ya no es esa práctica de una persona con una cantidad de dinero interactuando con votantes, ahora es mucho más discreto», dijo a Efe Jorge Hernández Hayek, coordinador en el Atlántico de MOE.

Lo más novedoso en torno a posibles irregularidades son los señalamientos de que el sistema de escrutinio de Indra es vulnerable y nunca ha sido sometido a auditorías independientes, según la organización Karisma, una de las encargadas de la verificación.

A la idea de que se avecina un fraude electoral se suma la de un golpe de Estado. Lo ha dicho Petro, pero también Pastrana. El primero advirtió de planes para «suspender las elecciones, suspender los órganos que dirigen el régimen electoral, quieren que estalle la violencia con la excusa de perpetuar el actual Gobierno», para lo cual se optaría por suspender al registrador nacional, «pues prácticamente queda sin conducción institucional el proceso electoral». El segundo publicó una carta pública dirigida al presidente Iván Duque advirtiendo que las anomalías en las parlamentarias ponen sombras sobre la Registraduría y el «software» provisto por la española Indra.

“Personalmente, me he visto obligado a interponer infructuosos recursos judiciales en busca de respuestas a la relación de Gustavo Petro y el registrador Alexánder Vega con Indra”, sostiene Pastrana en su carta. Además, solicitó a Duque “verificar la pureza de las elecciones al Congreso mediante el análisis forense del software y de los resultados que este arrojó”.