
Conflicto Irán-Israel
GBU-57: así es la única arma que ha logrado destruir los búnkeres nucleares de Irán y que solo posee EE UU
El Pentágono asegura que se han lanzado hasta 14 de estas bombas antibúnker contra las instalaciones iraníes

Todos los ojos siguen puestos en Oriente Próximo. La última escalada de tensiones entre Irán e Israel ha reavivado los temores al estallido de un nuevo conflicto armado en una región marcada por décadas de enfrentamientos. Fue durante la madrugada del viernes 13 cuando la Fuerza Aérea israelí lanzó una ofensiva contra supuestos objetivos militares y nucleares en territorio iraní, alcanzando infraestructuras clave y poniendo en jaque a parte de la cúpula del régimen de los ayatolás.
La respuesta de Teherán no se hizo esperar. Las fuerzas iraníes lanzaron nuevos bombardeos que desencadenaron un intercambio de ataques entre ambos bandos, y que este sábado ha llegado a un punto de inflexión, después que de que presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara el ataque a las tres principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán: Isfahán, Natanz y Fordow, que habrían quedado destruidas por completo.
La comunidad internacional observa con preocupación los últimos acontecimientos. Cabe recordar que ya hace unos días, fuentes de inteligencia estadounidenses anticiparon que Trump estaría considerando lanzar ataques contra la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, próxima a la ciudad de Qom, en el noreste de Irán. "Somos los únicos que tenemos capacidad de hacerlo. Pero eso no significa que lo vaya a hacer, en absoluto" apuntó por aquel entonces el presidente estadounidense.
Irán mantiene una parte considerable de sus reservas de uranio altamente enriquecido -y otros componentes susceptibles de uso militar- en refugios subterráneos blindados y distribuidos por distintas zonas del país, con el fin de protegerlos de posibles ataques aéreos.
Así es el GBU-57
Como ha apuntado Trump ante la prensa, EE UU es el único país con posibilidades de alcanzarlos, ya que tiene en su poder la ‘Massive Ordnance Penetrator’ (MOP) o GBU-57, una bomba antibúnker de más de 13.600 kilos de peso y aproximadamente seis metros de longitud. Fabricada por la empresa Boeing, la GBU-57 fue incorporada por primera vez a la Fuerza Aérea en 2011, y tiene capacidad para atravesar más de 60 metros bajo tierra y 18 metros de hormigón, antes de detonar.
El cuerpo de esta bomba, de unas 13,6 toneladas, constituye más del 80% de su peso total, por lo que tan solo puede ser lanzada desde el bombardero furtivo B-2, diseñado a finales de los años 70. La GBU-57 debe ser arrojada desde una distancia de unos 15 kilómetros de altura, y puede ser redireccionada a posteriori. Una vez ha alcanzado cierta profundidad, el detonador de la bomba activa la ojiva. No obstante, incluso con esa capacidad, no está garantizado que logren destruir las instalaciones nucleares más profundas de Irán.

Sobre la bomba antibúnker se ha pronunciado el excoronel del Ejército estadounidense, Steve Ganyard, en la cadena de televisión estadounidense ‘ABC’, afirmando que fue "especialmente diseñada para ser utilizada contra objetivos en Irán y otros lugares, como Corea del Norte, que desarrollan este tipo de armamentos en instalaciones subterráneas". "No sería una explosión masiva, sino que generaría algunos escombros, pero nada más", añadió en relación con su desempeño.
La inteligencia israelí apunta a que Fordow esconde las centrifugadoras para enriquecer uranio a cerca de 80 metros bajo tierra, en las entrañas de una montaña. Estas instalaciones nucleares fueron concebidas inicialmente con fines militares. Teherán comunicó su reconversión al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en 2009, tras hacerse público que los servicios de inteligencia occidentales conocían su existencia. Según Reuters, Fordow es la única planta iraní donde los inspectores del OIEA detectaron partículas de uranio con una pureza cercana al 90 %, nivel apto para uso armamentístico, durante una inspección no programada en 2023. Aunque se sabe que fue blanco de ataques por parte de Tel Aviv, no hay constancia de daños significativos.
EE UU no ha transferido las MOP a Israel
Israel, por su parte, dispone de misiles antibúnker como los GBU-28 de entre 1,8 y 2,2 toneladas, utilizados desde la guerra del Golfo, aunque su capacidad es significativamente menor: pueden penetrar hasta 6 metros de hormigón reforzado y son transportados por los cazabombarderos israelíes F-15. Pese a la estrecha cooperación militar entre ambos países, no consta que Estados Unidos haya transferido las bombas MOP a Israel, algo que podría explicarse, entre otras razones, por su producción limitada y el estricto control que se ejerce sobre su utilización.
En respuesta a la ofensiva estadounidense, el ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, ha reconocido en Estambul que Teherán ya "está calculando" la respuesta al ataque. Según informó el Pentágono, durante la operación se han lanzado hasta 14 bombas antibúnker, además se han disparado dos docenas de misiles Tomahawk desde unos 640 kilómetros de distancia a bordo de submarinos y destructores
Durante la comparecencia, Araqchí ha advertido: "Mi país ha sido agredido y debemos responder en nuestro legítimo derecho de defensa propia y haremos esto durante el tiempo que haga falta". Al ser preguntado por cómo podría ser la respuesta, el ministro de exteriores iraní aseguró: "Tenemos una variedad de opciones; eso es todo".
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