Defensa

China advierte sobre una carrera nuclear por Aukus

Australia entrará en el selecto club de los submarinos atómicos

Marines vigilan en Los Ángeles el destructor "USS Sterett" y el submarino "USS Charlotte"
Marines vigilan en Los Ángeles el destructor "USS Sterett" y el submarino "USS Charlotte"EfeEpa

Pekín se opone firmemente al acuerdo tripartito entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos para desarrollar un nuevo tipo de submarino de propulsión nuclear. El Gobierno chino opina que el pacto «surge de una mentalidad típica de Guerra Fría» y que «sólo motivará una carrera armamentística, dañará el régimen internacional de no proliferación nuclear y perjudicará la estabilidad y la paz regionales».

«La última declaración conjunta de Estados Unidos, Reino Unido y Australia demuestra que los tres países, en aras de sus propios intereses geopolíticos, ignoran por completo las preocupaciones de las comunidades internacionales y caminan cada vez más por la senda del error y el peligro», declaró este martes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, durante una rueda de prensa. El acuerdo Aukus, como se conoce a la alianza de defensa por los nombres en inglés de los tres Estados que la forman, fue anunciado el lunes después de una cumbre celebrada en San Diego (California) entre el presidente estadounidense, Joe Biden; el primer ministro británico, Rishi Sunak; y el jefe del Gobierno australiano, Anthony Albanese.

El pacto, por el cual esos tres países adquieren una flota de hasta ocho submarinos tipo Virginia de propulsión nuclear, pretende contrarrestar la presencia y amenazas de las flotas chinas en la región de Asia-Pacífico. Permitirá a Australia sumarse al selectivo club de países con submarinos nucleares que ya conforman Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India.

Este tipo de submarinos no necesitan salir a la superficie para «respirar», sino que pueden permanecer bajo el agua durante semanas y evitar ser detectados durante un mayor período de tiempo. Presentan una ventaja para Canberra, que busca operar lejos de sus bases, tanto como elemento disuasorio como por su capacidad de ataque en caso de que se desencadenase una crisis en la región Indo-Pacífico. Albanese ha asegurado que Aukus es la «mayor inversión en la capacidad de defensa de Australia en toda su historia». Tiene un coste previsto que oscila entre 268.000 y 368.000 millones de dólares, y el Gobierno australiano gastará 9 millones durante los primeros cuatro años.

Pekín ha desarrollado en los últimos años una estrategia más agresiva en el mar Meridional de China y en el estrecho de Taiwán. Las tensiones en la región han llevado a que algunos de sus países vecinos formen o refuercen alianzas, y la presencia de Estados Unidos y sus aliados en el Pacífico inquietan al gigante asiático. En la Asamblea Popular Nacional la semana pasada, el recién nombrado ministro de Exteriores chino, Qin Gang, aseguró que si Estados Unidos no «pisa el freno», se corría el riesgo de llegar al «conflicto» y alertó contra la estrategia de contención de China.

Las relaciones entre ambas superpotencias pasan un momento gélido después de que la Casa Blanca derribara un globo espía chino que había sobrevolado territorio estadounidense. Este se suma a una lista de incidentes que se remontan a la visita a Taiwán de Nancy Pelosi el pasado mes de agosto y las consecuentes represalias tomadas por Pekín, como la interrupción del diálogo entre los mandos militares de alto nivel.

Biden ha afirmado que hablaría con Xi Jinping pronto, aunque no ha concretado fecha. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores chino espera que se presenten «acciones prácticas para promover las relaciones entre China y Estados Unidos» y ambos países tienen que volver a poner fecha a la visita del jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, a Pekín suspendida a raíz de la crisis del globo espía.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dependiente de Naciones Unidas vigilará que «ningún riesgo de proliferación emane» del acuerdo firmado por Aukus. El director de la OIEA, Rafael Grossi, confirmó ayer que las partes le han notificado estos nuevos acuerdos y que revisará si cumplen con las salvaguardas que los propios países han aceptado cumplir en materia nuclear. Todos ellos tienen «obligaciones» que cumplir, subrayó.