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Corea del Norte ejecuta de forma brutal a dos adivinas

Las mujeres habían formado un colectivo llamado Grupo de las Siete Estrellas y afirmaron que dos niños, de tres y cinco años, podían canalizar un "oráculo espiritual"y contar el futuro

Kim Jong-un
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Kim Jong-un continúa ejerciendo el control de la población de Corea del Norte a base de miedo. La mejor forma para ello son las ejecuciones públicas.

Kim Jong-un continúa ejerciendo el control de la población de Corea del Norte a base de miedo. La mejor forma para ello son las ejecuciones públicas. El último ejemplo de ello es la brutal ejecución pública, en la que dos adivinadoras han sido asesinadas a tiros ante miles de personas.

Las mujeres habían formado un colectivo llamado Grupo de las Siete Estrellas y afirmaron que dos niños, de tres y cinco años, podían canalizar un "oráculo espiritual"y contar el futuro. Todo el proceso fue convertido en un espectáculo de masas. Miles de personas fueron trasladadas en marzo a la ciudad Chongjin para asistir al juicio público de las adivinadoras y en las que fueron condenadas a muerte.

Un portavoz oficial explicó a Radio Free Asia que la ejecución estaba diseñada para "mantener el orden social". El temor de las autoridades de Pionyang es que la adivinación se haya extendido demasiado.

Sin embargo, son muchos los altos funcionarios y las familias de las autoridades judiciales los que visitan a estas adivinadoras antes de emprender un negocio o celebrar una boda.

Un informe de la ONU ya alertó en 2014 que las ejecuciones públicas se usaban de forma habitual para mantener el control de la población. "Como una cuestión de política estatal, las autoridades llevan a cabo ejecuciones, con o sin juicio, de manera pública o secreta, en respuesta a delitos políticos y de otro tipo que a menudo no se encuentran entre los delitos más graves. La política de llevar a cabo regularmente ejecuciones públicas sirve para infundir miedo en la población general".

En cambio, la ONU matizó que si bien las ejecuciones públicas "eran las más comunes en la década de 1990", continuaron hasta el momento de la publicación del informe de 2014, y que en 2013 se produjo un "aumento en el número de ejecuciones públicas con motivaciones políticas".