Política

Terrorismo yihadista

Daesh incorpora tres nuevas franquicias desde la difusión del vídeo de Bagdhadi

Se confirma la participación de retornados en la dinamización de las células yihadistas

Cartel de la wilaya que opera en Cachemira
Cartel de la wilaya que opera en Cachemiralarazon

Se confirma la participación de retornados en la dinamización de las células yihadistas

El llamamiento hecho en el último vídeo aparecido por el “califa” de Daesh Abu Bark Bagdhadi para se intensifique el terrorismo yihadista ha dado sus “frutos” y, al menos, tres nuevas “wilayas” (provincias) se han sumado al organigrama del Estado Islámico: la llamada a operar en la República Democrática del Congo, denominada de África Central, que ya ha perpetrado dos atentados; la de Al Hind, en Cachemira; y la de Pakistán.

Según expertos internacionales, desde la difusión de citado vídeo (el 29 de abril), Daesh ha perpetrado, al menos hasta el día 10 de este mes, atentados en Nigeria, Mali, Benin, Libia, Somalia, Burkina Faso, Iraq y Siria, con el resultado de unas 140 personas asesinadas, decenas de heridos además de la destrucción causada.

Según fuentes antiterroristas, consultadas por LA RAZÓN, cada día que pasa se confirma que son elementos retornados los que se ocupan de dinamizar las células yihadistas. En el caso de los atentados de Sri Lanka, los investigadores tienen algunos nombres sobre la mesa e incluso se sopesa que alguno de estos retornados habría recibido las órdenes para perpetrar los ataque a través de un componente de la “dirección” clandestina de Daesh en Siria.

Una de las intenciones de Bagdhadi, al protagonizar el citado vídeo, fue la de tratar de demostrar que su organización criminal puede estar presente en cualquier lugar del mundo y por eso exhibió de forma ostentosa los “dossieres” sobre sus planes en Yemen, Somalia, el Cáucaso y Turquía.

Uno de los objetivos prioritarios de Daesh, como ha quedado demostrado en las últimas semanas, es el de atacar a los cristianos, sus templos y sus celebraciones. Según datos de organizaciones católicas, además de los atentados de Sri Lanka contra tres iglesias el Domingo de Resurrección, 2019 se está convirtiendo “ya uno de los años más sangrientos para los cristianos”.

El día de Año Nuevo, terroristas yihadistas atacaron una misión católica en la diócesis de Bangassou, en República Centroafricana. Hubo decenas de muertos y unas 20.000 personas huyeron de la violencia. A finales de enero, se registró un atentado contra la catedral de Jolo, en el sur de Filipinas, con 20 muertos y unos 90 heridos. A mediados de marzo, aldeas cristianas del estado nigeriano de Kaduna fueron atacadas por miembros de las tribus “nómadas de los Fulani, predominantemente musulmana, dejando más de 130 muertos”, según las mismas fuentes. A estos ataques, hay que sumar los tres que se han registrado recientemente en Burkina Faso.