Corea del Norte

La desconocida técnica de censura que Kim Jong Un ejerce en Corea del Norte: el secreto está en sus teléfonos

Medios occidentales han logrado acceder a un dispositivo móvil norcoreano

Imagen de archivo de un teléfono
Imagen de archivo de un teléfono Pixabay

Corea del Norte es conocido por ser uno de los países más herméticos del mundo. Desde hace décadas, el régimen liderado por la dinastía Kim ha mantenido al país en un aislamiento casi total, fundamentado en su ideología oficial: el Juche. Esta doctrina, centrada en la autosuficiencia, defiende la independencia política, la autonomía económica y la autodefensa militar.

En la práctica, estos principios han servido para justificar un férreo control sobre la vida cotidiana de los ciudadanos, imponiendo severas restricciones a la libertad de movimiento, expresión y acceso a la información. El acceso a internet, por ejemplo, está estrictamente regulado, y se limita casi exclusivamente a unas pocas élites vinculadas al poder.

En este contexto de represión informativa, una periodista de la BBC ha conseguido arrojar algo de luz sobre la realidad digital dentro del país. Jean Mackenzie, corresponsal de la cadena británica, ha tenido acceso a un teléfono móvil que fue extraído clandestinamente fuera de Corea del Norte, lo que le ha permitido explorar cómo el régimen controla la tecnología a nivel doméstico. Según Mackenzie, este dispositivo sirve como prueba del nivel de vigilancia y censura que ejerce el gobierno para evitar cualquier tipo de contacto con el mundo exterior.

Así es un teléfono coreano

La mayoría de los teléfonos disponibles para la población norcoreana no cuentan con acceso libre a internet. Sin embargo, a través de redes de contrabando, se filtran ocasionalmente programas y contenidos multimedia desde Corea del Sur. Estos materiales -a menudo series de televisión, películas o incluso canciones de K-pop- tienen como objetivo mostrar una imagen contrastante: una Corea del Sur moderna, próspera y libre. Se trata de "intentar mostrar a Cora del Norte lo rica que es Corea del Sur, y toda la libertad que tiene a gente aquí, para tratar de socavar al régimen", explica Mackenzie. Pero este tipo de contenido está estrictamente prohibido y su posesión puede acarrear duras penas.

La periodista también detalla otras formas de censura integradas en los propios dispositivos. Por ejemplo, el sistema operativo está programado para bloquear automáticamente palabras o expresiones consideradas inadecuadas. Mackenzie narra que al intentar escribir la palabra surcoreana "oppa" (hermano mayor o, en contextos informales, una forma cariñosa de referirse a un hombre), el teléfono la sustituye por "camarada", término afín al discurso oficial norcoreano. No solo se reemplaza la palabra: junto a ella aparece una advertencia que dice: "Esta palabra solo puede ser usada para describir a tus hermanos".

"Estado títere"

Algo similar ocurre con términos políticamente sensibles. Si se intenta escribir "Corea del Sur", el dispositivo lo reemplaza de inmediato por la expresión "estado títere", en consonancia con la retórica del régimen, que considera al país vecino una marioneta de Estados Unidos.

Otro aspecto sorprende es el sistema de vigilancia incorporado en estos teléfonos. Los dispositivos están configurados para tomar capturas de pantalla de manera automática cada cinco minutos. Sin embargo, estas imágenes no son accesibles por los propios usuarios, sino únicamente por las autoridades, que las utilizan para monitorizar el uso del móvil y detectar posibles comportamientos considerados inapropiados. Así pueden ver "cuando la gente está viendo o compartiendo cosas cuando deberían", señala la periodista.