Se difunden imágenes de un posible enfrentamiento entre fuerzas especiales ucranianas y mercenarios Wagner... en Sudán

Hace meses que se rumorea. Desde que Kyrylo Budanov, director de los servicios de inteligencia ucranianos, indicó en una entrevista el 28 de abril de 2023 que “cualquier autor que haya cometido crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad en Ucrania o incluso crímenes muy atroces, como la violación en grupo o el asesinato de civiles y niños, será encontrado y eliminado en cualquier parte del mundo”. Entonces, esta afirmación parecía una bravuconada que levantaba nuevos interrogantes: ¿Cómo llegará esta venganza? ¿Dónde? ¿Qué medios servirán?

En el mes de septiembre, la CNN publicó una exclusiva considerando que los servicios especiales ucranianos “probablemente” estaban detrás de una serie de ataques realizados con drones contra las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) sudanesas, un grupo paramilitar liderado por el general Hemedti y que actualmente combate al ejército regular por el control del país. El uso que se dio a los drones contra objetivos del RSF, añadido a la marca comercial de los mismos (una marca de uso común entre las Fuerzas Armadas de Ucrania), hizo considerar a los periodistas estadounidenses que la operación corría a cuenta de los ucranianos.

Los canales oficiales de información no quisieron confirmar las sospechas. Al ser cuestionado al respecto, Andrii Yusov, portavoz del SBU ucraniano, se limitó a contestar que “no podemos desmentir ni verificar esta información”. Y la sospecha de que Ucrania estaba participando de forma activa en los combates que se desarrollan en Sudán, extrapolando así la guerra europea al territorio africano e iniciando un nuevo episodio de comandos especiales y operaciones militares como sacadas de una novela de Frederick Forsyth, se disipó en la niebla informativa que se acumula a diario en los dispositivos del público global.

Hubo nuevos rumores. Siempre son rumores cuando se trata de Rusia en África. Que Moscú arma a las RSF sudanesas. Que los mercenarios Wagner colaboran abiertamente con el grupo paramilitar para derrocar al gobierno liderado por Al Burhan.

Pero dos vídeos publicados este lunes en exclusiva por el Kyiv Post viene a alimentar el rumor, casi hasta volverlo de una veracidad indiscutible. El primer vídeo, grabado a plena luz del día, muestra una serie de imágenes capturadas a vista de dron y en donde pueden apreciarse varias explosiones de origen desconocido en una zona densamente poblada de Sudán. El segundo vídeo, capturado con tecnología de infrarrojos al haberse grabado en horas nocturnas, muestra con un detalle mayor a efectivos armados combatiendo contra lo que se supone que se trataban de mercenarios Wagner en el área metropolitana de Omdurmán (y más concretamente, en el barrio de Abu Rouf).

Tanto la tecnología que permitió esta grabación, que no se había visto hasta la fecha en los vídeos de combates en Sudán, unido al equipamiento militar del que hacen gala quienes combaten a Wagner (forma de los cascos, gafas de visión nocturna, etc), un equipamiento que tampoco se ha visto entre los miembros del ejército regular sudanés, dan a entender que esta se trata de la prueba definitiva para confirmar la presencia de operativos ucranianos en Sudán. El diario ucraniano responsable de la difusión de las imágenes asegura haber obtenido los vídeos de un contacto relacionado con los servicios de inteligencia de Ucrania. La fuente confirmó que la grabación se realizó hace “dos semanas”, añadiendo a su vez que “la grabación probablemente muestra el trabajo de unidades especiales del Ministerio de Defensa de Ucrania”.

Otra vez, al ser cuestionados al respecto los canales oficiales del ejército ucraniano, la respuesta vino recubierta con un velo de incógnitas: “no podemos confirmarlo ni negarlo”. Los motivos que hayan concurrido en que Ucrania haya decidido extender sus operaciones más allá de su territorio se desconocen, por tanto, a raíz de las escuetas declaraciones ofrecidas en lo que respecta a los vídeos. Su veracidad tampoco puede ser autentificada sin margen de error. Las próximas semanas pueden ser definitivas a la hora de esclarecer este misterio de la guerra.