
Inmigración
Doble juego de EE UU con México en seguridad
Sheinbaum se sorprende de que reciban a familiares de «El Chapo» mientras quieren combatir el crimen organizado

Una paradoja de la era Trump es ver a un grupo de mexicanos cruzar la frontera y ser recibidos con brazos abiertos por el FBI. En medio de la oleada de deportaciones y retiradas de visados, llama la atención la bienvenida excepcional a grupo de ciudadanos mexicanos. Pero eran «migrantes» con un estatus particular. El pasado 9 de mayo cruzaron a pie por el paso fronterizo de San Ysidro en Tijuana (Baja California) un grupo de 17 familiares del narco Joaquín «El Chapo» Guzmán entre los que estaría su ex esposa y madre de su hijo Ovidio Guzmán, Griselda Guadalupe López Pérez, sobrinos y hasta un nieta de «El Chapo». El paso a Estados Unidos de este grupo vinculado a uno de los narcotraficantes más famosos de México podría estar vinculado al hecho que el entorno de Ovidio Guzmán, «El Ratón», hiciera público que cambiará su declaración de inocente a culpable ante la Justicia de Estados Unidos. Está previsto que su próxima audiencia sea a principios de junio. Los familiares habrían obtenido la residencia permanente en Estados Unidos como parte de esta negociación con el menor de «los Chapitos».
Esta medida de gracia para la familia Guzmán se produce solo unos días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump insistiera en ofrecer ayuda militar a México para combatir a los cárteles mexicanos. Una propuesta que Sheinbaum rechazó amablemente. «No, presidente Trump, el territorio es inviolable», dijo la presidenta mexicana. Las imágenes de los familiares de «El Chapo» Guzmán, al grupo con maletas de marcas de lujo, descolocaron al Gobierno de Sheinbaum que se enteró de la noticia por la prensa. «Hay una política de ellos de no negociar con terroristas» recordó Sheinbaum en «La Mañanera» del miércoles. «Ellos deciden nombrar algunas organizaciones de la delincuencia como terroristas. Pues que informen si hay un acuerdo o no», exclamó la presidenta.
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, el «zar» de la seguridad de la presidenta Sheinbaum señaló que estos familiares no estaban buscados por la justicia mexicana. «Ovidio, como lo vimos todos en las noticias, comienza una negociación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Es evidente que al estar su familia yéndose a Estados Unidos es por esta negociación o criterio de oportunidad que el propio Departamento de Justicia le da», dijo Harfuch.
La mano derecha de Sheinbaum en materia de seguridad insistió en que la Fiscalía de Estados Unidos sí debe informar a México sobre los beneficios que pudiera estar recibiendo Ovidio Guzmán ya que él fue detenido por el Ejército mexicano y, posteriormente, extraditado a Estados Unidos. Esta solicitud de información pone en evidencia los silencios estratégicos de Estados Unidos en el tira y afloja de las relaciones entre ambos países.
Desde que Trump llegó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero las relaciones entre vecinos han sufrido altibajos. En las últimas semanas, el termómetro de la relación entre Washington y la Ciudad de México se está enfriando ya que Trump considera insuficientes los esfuerzos de México para combatir la fabricación y tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. El hecho de que los beneficiados por la Justicia de Estados sean «Los Chapitos» también consecuencias en el bastión del cártel de Sinaloa. El verano pasado se produjo un cisma en el cártel de Sinaloa cuando otro de los hijos de «El Chapo» Guzmán, Joaquín Gúzman, «entregara» a las autoridades estadounidenses al líder histórico del cártel «El Mayo» Zambada. En una operación propia de una película de narcos, Ismael «El Mayo» voló de México a El Paso (Texas) supuestamente «secuestrado» por Joaquin «El Güero», hijo de «El Chapo». Para su sorpresa al aterrizar en suelo estadounidense, lo esperaban las fuerzas de seguridad. La inesperada detención de «El Mayo» fue interpretada como una traición por parte del clan de «El Chapo» y dio comienzo a una guerra abierta entre las principales facciones del cártel, «La Mayiza», los seguidores de «El Mayo» y «la Chapiza», los próximos a «El Chapo» y que sigue en el estado norteño.
La entrega de estos familiares podría ser una señal que «La Chapiza» o «Los Chapitos» van perdiendo la guerra fratricida en el estado de Sinaloa o que la violencia podría incrementarse, como parece probable, y por eso hayan buscado resguardo en Estados Unidos donde podrían recibir el estatus de testigos protegidos.
El estado de Sinaloa está inmerso en una oleada de violencia sin presentes desde agosto del 2024. La inestabilidad e inseguridad podrían recrudecerse después de estos pactos y alianzas con Estados Unidos. Desde septiembre de 2024 hasta mayo de este año se han producido 1.195 asesinatos y 1.127 de casos de desaparición solo en este estado. Hoy Sheinbaum recibe al nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, ex agente de la CIA y partidario de una intervención militar México.
✕
Accede a tu cuenta para comentar