América Latina
Ecuador traslada a Jorge Glas a La Roca, la cárcel que creó para delincuentes peligrosos
Daniel Noboa defiende el operativo policial en el interior de la Embajada de México en Quito que se saldó con la detención del dirigente correísta
Las autoridades penitenciarias de Ecuador han confirmado este sábado que el exvicepresidente Jorge Glas ha sido trasladado a La Roca, una prisión de máxima seguridad de la ciudad de Guayaquil. Glas salió a primera hora de la mañana en un vehículo blindado y bajo un fuerte dispositivo de seguridad hacia el aeropuerto de Quito, donde fue embarcado en una aeronave rumbo a Guayaquil.
El comunicado del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI, por sus siglas) recoge que el exvicepresidente, a quien identifica como «el ciudadano Jorge G.», ha sido trasladado al Centro de Privación de Libertad (CPL) Guayas N° 3, donde se le realizaría una evaluación médica y sería ubicado «de conformidad con los criterios de clasificación inicial penitenciaria».
La prisión de La Roca tiene un especial simbolismo porque fue construida para albergar a los delincuentes más peligrosos del país y cabecillas de bandas delictivas, aunque en los últimos tiempos ha sido el destino habitual de políticos y funcionarios detenidos.
Glas fue detenido en la noche del viernes en un operativo policial que se desarrolló en el interior de la Embajada de México, sede diplomática en la que ingresó a mediados de diciembre alegando temer por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió entonces como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
La maniobra de Glas se produjo después de que la Policía Nacional de Ecuador ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
El allanamiento en la Embajada de México en Quito, que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador consideró una violación de su soberanía, ha provocado la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Frente a la condena de México y de otros Estados latinoamericanos, como Venezuela, Cuba, Bolivia u Honduras, el jefe de Estado de Ecuador, Daniel Noboa, ha defendido el operativo para detener a quien fuera el número dos del expresidente Rafael Correa al esgrimir que la condena previa contra Glas prevalece sobre una condición de asilado político cuya validez además fue disputada por el mandatario ecuatoriano.
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