HIMARS
Estados Unidos ha mejorado sus lanzamisiles HIMARS: Rusia ya no los podrá detener
Estados Unidos ha mejorado sus sistemas de misiles HIMARS incrementando su velocidad de vuelo para evitar que las defensas enemigas puedan detenerlos
En el panorama actual de la defensa, donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, las potencias militares buscan constantemente la forma de superar las capacidades del adversario. La necesidad de sistemas de armamento más rápidos, precisos y difíciles de interceptar se ha convertido en una prioridad.
Los sistemas de artillería, en particular los lanzacohetes de alta movilidad, han demostrado ser herramientas esenciales en los conflictos modernos debido a su flexibilidad táctica y capacidad de respuesta. Plataformas como el HIMARS estadounidense han ganado notoriedad por su eficacia en diversas situaciones.
Como resultado, existe una carrera continua por desarrollar nuevas municiones y mejoras que permitan a estos sistemas mantener su relevancia y eficacia frente a las cada vez más sofisticadas defensas aéreas y contramedidas electrónicas desplegadas en el campo de batalla.
Un salto hipersónico: EE.UU. fortalece sus HIMARS con nuevo proyectil
El Ejército de Estados Unidos está impulsando significativamente la capacidad de sus sistemas de artillería de cohetes de alta movilidad (HIMARS) con el avance de un nuevo proyecto de misil. Según apuntan desde Interesting Engineering, este programa, conocido internamente como "Blackbeard Ground Launch" (Blackbeard GL), ha entrado formalmente en la fase de Ingeniería y Desarrollo de Fabricación, recibiendo asignaciones presupuestarias para su desarrollo a gran escala e integración en las plataformas HIMARS y M270 ya existentes.
El objetivo principal de Blackbeard GL es proporcionar una capacidad de ataque hipersónico de medio alcance que sea al mismo tiempo rentable y eficaz. A diferencia de misiles estratégicos de mayor alcance, este proyectil táctico está diseñado para atacar objetivos complejos y en movimiento, como vehículos blindados o posiciones fortificadas, ofreciendo una combinación de velocidad y precisión difíciles de contrarrestar. Su enfoque se centra en la supervivencia y la respuesta rápida en operaciones distribuidas.
La clave de su integración radica en un diseño modular que utiliza la arquitectura de pods ya existentes en la familia de municiones MLRS. Esto facilita la integración en plataformas existentes con modificaciones mínimas, asegurando la compatibilidad con lanzadores actuales y futuros. El programa tiene hitos definidos, con pruebas de vuelo planificadas para 2026 y un test de sistema completo para 2027, buscando un despliegue inicial en unidades operativas para 2028. Esta evolución subraya el compromiso del Ejército estadounidense con el desarrollo de sistemas que incrementen la versatilidad operativa y la capacidad de supervivencia en entornos desafiantes.