Veto

Por qué Turquía no quiere la incorporación de Finlandia y Suecia a la OTAN

Erdogan ha pedido a Helsinki y Estocolmo que “ni se molesten” en pedir la adhesión a la Alianza

La aprobación de Turquía es crucial porque la alianza militar toma sus decisiones por consenso
La aprobación de Turquía es crucial porque la alianza militar toma sus decisiones por consensoBurhan OzbiliciAgencia AP

Suecia y Finlandia han mostrado su deseo de adherirse a a OTAN y sus respectivos parlamentos han dado el visto bueno para entrar en la Alianza Atlántica. No obstante, mas allá del recelo de Rusia a su incorporación, ambos países se encuentran con el escollo del veto de Turquía.

“Estamos siguiendo los desarrollos con respecto a Suecia y Finlandia, pero no tenemos opiniones positivas”, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el pasado viernes en Estambul. Con el paso de los días, Erdogan ha mantenido su decisión a vetar la entrada de estos países en la Alianza, argumentando su malestar con el gobierno sueco.

La aprobación de Turquía es crucial porque la alianza militar toma sus decisiones por consenso. Cualquiera de sus 30 países miembros puede vetar a un nuevo miembro. Así, aunque 29 estén a favor, con solo un veto, los países que deseen unirse no podrían entrar. El mandatario, que ha hablado durante una reunión de su partido, ha sugerido a suecos y finlandeses que ni “se molesten” en ir a Turquía y ha pedido al resto de socios de la OTAN que “entiendan” la “sensibilidad” turca, según medios locales.

Turquía tradicionalmente ha apoyado la ampliación de la OTAN, creyendo que la política de “puertas abiertas” de la alianza mejora la seguridad europea. No obstante, el país se ha enfrentado con frecuencia con Suecia por el apoyo que ha mostrado a los kurdos, una minoría perseguida en Turquía cuyo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) es clasificada como organización terrorista.

“Suecia es una incubadora de organizaciones terroristas. Acogen a terroristas. En su Parlamento hay diputados que defienden a los terroristas. A quienes acogen a terroristas no les diremos ‘sí’ cuando quieren unirse a la OTAN”, advirtió.

Muchos kurdos y otros exiliados han encontrado refugio en Suecia durante las últimas décadas, al igual que miembros del movimiento de Gulen más recientemente. Según los medios estatales de Turquía, Suecia y Finlandia se han negado a extraditar a 33 personas buscadas por las autoridades turcas.

Erdogan dice que su país no quiere repetir un “error” de Ankara, que acordó readmitir a Grecia en la estructura militar de la OTAN en 1980. Afirmó que la acción había permitido a Grecia “tomar una actitud contra Turquía” con el respaldo de la OTAN.

Se espera que el gobierno turco utilice las ofertas de membresía de los dos países como palanca para obtener concesiones y garantías de sus aliados. Algunas posibles demandas podrían ser el fin de un embargo no oficial sobre las ventas militares a Turquía por parte de los aliados, concesiones de los países miembros de la UE en relación con el fallido intento de Turquía de unirse al bloqueo o mayores fondos para ayudar a apoyar a 3,7 millones de refugiados sirios.

En el marco de la guerra en Ucrania, Turquía también corre el riesgo de dañar el crédito que se había ganado hacia la comunidad internacional tras suministrar a Ucrania los drones armados Bayraktar TB2 que se convirtieron en un arma eficaz contra las fuerzas rusas y ha destruidos varios vehículos de guerra.

Turquía ha construido relaciones estrechas tanto con Rusia como con Ucrania y ha estado tratando de equilibrar sus lazos con ambos. Se ha negado a unirse a las sanciones contra Rusia, mientras apoya a Ucrania con los drones que ayudaron a negar la superioridad aérea de Rusia. Se espera que tras el veto turco, Stoltenberg comience una ronda de conversaciones con las diferentes delegaciones para intentar desencallar la situación. Erdogan ya ha avisado de que “no servirán de nada” las visitas de los emisarios de Suecia y Finlandia.