CHINA Y EUROPA

La UE se acerca a China en plena negociación con EE UU

El ministro de Asuntos Exteriores chino viaja a Bruselas para preparar la cumbre de final de mes

Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea
Von der Leyen, presidenta de la Comisión EuropeaEUROPAPRESSEuropa Press

El tablero geopolítico mundial es más incierto que nunca y las alianzas cada vez más volátiles. Por eso, ante las tensiones comerciales con Estados Unidos, la Unión Europea mira ahora a China con algo de esperanza. El ministro de Asuntos exteriores del gigante asiático, Wang Yi, se ha desplazado a la capital comunitaria para ir allanando el camino de cara a la cumbre que se celebrará a finales de mes entre la UE y China.

Parece que el terremoto de Donald Trump en la Casa Blanca puede ser la ocasión propicia para mejorar relaciones. La fecha también es altamente simbólica porque este año 2025 se conmemora el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas. Pero esto no significa que el camino sea fácil. Bruselas y China se encuentran enzarzados también en varias querellas comerciales y a la UE le preocupa el papel de Pekín como aliado de Rusia.

"Mantuvimos una conversación franca y abierta sobre algunas de las preocupaciones a largo plazo de la UE, incluidos los desequilibrios económicos y comerciales y la responsabilidad de China de contribuir a una paz justa y duradera en Ucrania”, ha asegurado el presidente del Consejo Antonio Costa tras reunirse con el ministro de Exteriores chino. “Permitir al guerra en Europa mientras se buscan lazos más estrechos con Europa es una contradicción que Pekín debe abordar. En un mundo volátil, Pekín debe utilizar su creciente fuerza para defender el derecho internacional”, ha asegurado la máxima representante de la diplomacia comunitaria Kaya Kallas.

Entre los desequilibrios económicos y comerciales que menciona Costa se encuentran la sobrecapacidad productora china que le permite inundar los mercados y bajar los precios y las trabas al acceso de empresas al mercado del gigante asiático .Por este motivo, la UE decidió imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos, a pesar de que esto daña a las industrias automovilísticas europeas, incluida la alemana. Pekín respondió a esta medida con amenazas sobre la carne de porcino y el brandy. España es precisamente el mayor exportador de carne de cerdo de la UE a China y su mercado un bocado suculento para España ya que los chinos son grandes consumidores de porcino y suponen un poderoso mercado de millones de habitantes. La visita de Pedro Sánchez a China en el mes de abril tenía precisamente como objetivo rebajar estas tensiones comerciales.

Pero hay más conflictos. El pasado 5 de junio, la Comisión Europea decidió excluir a China de las compras de productos sanitarios que superen los cinco millones de euros. Esta medida tiene como objetivo incentivar a que Pekín ponga fin a las barreras discriminatorias que sufren las empresas de la UE.

Lo cierto es que la UE importa a China mucha más de lo que exporta. En 2024, el déficit comercial de la UE con China fue de 304.500 millones de euros. Las importaciones de la UE desde China ascendieron a 517.800 millones de euros, mientras que las exportaciones de la UE a al gigante asiático ascendieron a 213.300 millones de euros. En comparación con 2023, el déficit aumentó de 297.000 millones a 305.000 millones de euros, aunque fue inferior al récord de 396.000 millones de euros del año anterior.

En los últimos años, la UE había ido endureciendo el tono en contra de China hasta el punto de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, definió al gigante asiático como “socio, competidor y rival sistémico”. Durante la presidencia de Joe Bien, Estados Unidos intentó que la UE se uniera sin ambages a la guerra fría contra Pekín. A pesar de esto, los Veintisiete siempre mantuvieron un enfoque más pragmático debido a la interdependencia económica. La postura de von der Leyen ha sido no terminar las relaciones de cuajo sino reducir riesgos en ámbito de sensibilidad geoestratégica.

Tras la vuelta de Trump a la Casa Blanca, la mano tendida y el enfoque pragmático parecen más vigentes que nunca.

“Muchos creen, incluso en China, que sería de interés a largo plazo para China gestionar de manera más responsable sus desequilibrios económicos. Esta es también nuestra opinión. Y creo que debemos colaborar constructivamente con China para encontrar soluciones que redunden en nuestro interés mutuo. 2025 marca 50 años de relaciones diplomáticas de nuestra Unión con China”, aseguró von der Leyen durante el foro económico de Davos en el mes de enero. En esos momentos, Trump había ganado las elecciones, pero no había tomado posesión.

“Considero que se trata de una oportunidad para entablar y profundizar nuestras relaciones con China y, cuando sea posible, incluso para ampliar nuestros vínculos comerciales y de inversión. Ha llegado el momento de mantener una relación más equilibrada con China, en un espíritu de equidad y reciprocidad”, añadió. En la próxima cumbre de este mes se comprobará si estas promesas se convierten en realidades.