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POLÍTICA EN FRANCIA

Bayrou esquiva otra moción de censura y depende de Le Pen

Le Pen no ha secundado al bloque de izquierdas para lograr la mayoría necesaria

El Gobierno de François Bayrou ha vuelto a salvar otra pelota de partido. La moción de censura que había presentado la semana pasada el partido socialista, decepcionado tras la renegociación de la polémica reforma de las pensiones de Macron, no ha salido adelante en la votación de este martes en la Asamblea Nacional tras la negativa de Le Pen a secundar al bloque de izquierdas para derrocar a Bayrou. De hecho, se ha quedado bastante lejos de prosperar con 189 votos a favor, cien por debajo de la mayoría necesaria, cifra que el bloque de izquierdas sólo podía alcanzar con el apoyo de la ultraderecha.

La votación tenía poco suspense ya que el Reagrupamiento Nacional ya había adelantado su voto en contra durante los últimos días. Los socialistas, que habían permitido la supervivencia del actual primer ministro votando en contra en mociones anteriores presentadas por la izquierda radical, habían presentado una moción tras haber constatado que sus demandas en las negociaciones que durante los últimos cuatro meses han mantenido con sindicatos, patronal y gobierno, no han progresado. Aquella ley de las pensiones, una de las grandes reformas del presidente Macron, retrasaba la edad de jubilación de los 62 años a los 64 y se aprobó por decreto, sin voto parlamentario, y tras meses de violentas manifestaciones en la calle.

La negativa de Le Pen permite al Gobierno seguir adelante, al menos, hasta que se voten las cuentas de 2026 el próximo otoño, algo que se presenta como una prueba de fuego mayor para el actual Gobierno. No se repite, al menos por ahora, la situación de diciembre del año pasado cuando Le Pen decidió accionar el botón nuclear del que dependía el gobierno y derrocó al ex primer ministro Michel Barnier vía otra moción de censura votada junto al bloque de la izquierda. Cuando tomó posesión como primer ministro inmediatamente después, Bayrou, del partido centrista MoDem, aliado de Macron, acordó convocar una mesa de diálogo entre empresas y sindicatos para debatir sobre dicha reforma a cambio de que el Partido Socialista no se apoyase en La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon para tumbar al gobierno. Bayrou ha superado de esta forma otras siete mociones desde que asumió el cargo pero ahora los socialistas han querido poner distancias con el Gobierno y así electoralmente contrarrestar el argumento de la izquierda radical que lleva meses acusándolos de hacer el juego al gobierno y al presidente. Durante los últimos cuatro meses, sindicatos y patronal han tratado de negociar algunos puntos de la reforma, aunque representantes sindicales se retiraron de la mesa de negociaciones al asumir que el punto más polémico de la ley, el retraso de la edad de jubilación, era innegociable. La semana pasada, la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT), el principal sindicato del país, daba por “fracasadas” las negociaciones al no llegar a ningún acuerdo con el Gobierno.

Con la Asamblea dividida en tres polos políticos tras las elecciones legislativas de hace un año, para que una moción de censura prospere contra el bloque central, es necesario que la izquierda y la ultraderecha voten juntas, como pasó cuando derrocaron a Barnier. Con 143 escaños, la formación de Le Pen tiene la llave para hacer caer al gobierno aunque su posición de fuerza quedó debilitada tras la inhabilitación de Le Pen el pasado mes de marzo por malversación de fondos, lo que le impedirá -si no lo remedia un recurso- presentarse a las presidenciales de 2027.

A partir de ahora, y en caso de que se presenten nuevas mociones en otoño, habrá una diferencia sustancial en el tablero político francés ya que Macron sí podría convocar de nuevo comicios legislativos al haber pasado el plazo de un año marcado por la Constitución desde los anteriores. El presidente vive desde hace un año centrado en la escena internacional con escasos posicionamientos en las polémicas domésticas pero pocos apuestan porque Bayrou pueda llegar hasta el final del segundo mandato de Macron.