Margarita II, la reina más longeva de Europa, se retira con récord de popularidad

Este domingo comienza la era Federico X. Tras la abdicación por sorpresa de la reina Margarita de Dinamarca, que fue anunciada en el tradicional discurso de año nuevo, este 14 de enero su hijo, Federico, será proclamado rey de los daneses en una ceremonia sobria sin coronas ni tronos y que se celebra justo 52 años después de que su madre sucediera a su abuelo, el rey Federico IX.

Será una ceremonia emotiva, pero sin el boato de la monarquía británica y a la que no asistirán ni el resto de los reyes europeos ni jefes de Estado y de Gobierno de otros países.

Margarita de Dinamarca, la más longeva de todas las reinas actuales y la que más tiempo ha permanecido en trono de país, siempre ha sido considerada una soberana peculiar y muy querida por su pueblo. Fumadora empedernida, amante de la arqueología, con numerosos intereses artísticos y capaz de comprar en un supermercado o montarse en una montaña rusa, como el resto de los mortales, sin perder un ápice de su halo regio. La soberana, de 83 años, ha hecho gala de su carácter excéntrico poniendo el broche final a su reinado de manera sorprendente ya que siempre había asegurado que sería reina hasta el final, al igual que su homóloga Isabel II de Inglaterra, y que tan solo la muerte le separaría del trono, tal y como hizo su padre. Aunque las abdicaciones se han convertido en algo habitual en los últimos años –véase el caso de Holanda, Bélgica o España– está es la primera abdicación real que tiene lugar en Dinamarca en los últimos 900 años.

La que ha sido reina durante cincuenta años ha dado un golpe de efecto, en lo que parece un intento de preservar la institución cuando se encuentra en sus cimas más altas de popularidad y sin signos de agotamiento. La soberana siempre ha sido aclamada por sus súbditos y la institución cuenta con cotas de aceptación del 70%, solo por detrás de la monarquía noruega con un porcentaje de reconocimiento del 90%.

Antes de que la reina Margarita anunciase por sorpresa su abdicación, las últimas semanas habían estado salpicadas por los rumores sobre el matrimonio del heredero, Federico, y su mujer Mary de Dinamarca, después de que salieran a la luz unas imágenes del próximo rey en Madrid en compañía de Genoveva Casanova, exmujer de Cayetano Martínez de Irujo y habitual de las revistas del corazón. A pesar de que en ningún momento se pudo captar una imagen de los dos en actitud cariñosa que evidenciara una relación de carácter amoroso, la evidencia de que el heredero pasó una noche en el domicilio de la mexicana desató todo tipo de maledicencias.

Las especulaciones sobre una posible infidelidad por parte del primogénito y un hipotético divorcio han salpicado a la Corona, pero todo indica que este tipo de informaciones han tenido más eco fuera del país que dentro. Por eso, tras conocerse la decisión de la soberana de dejar el trono en manos de su hijo, los daneses han cerrado filas con la Corona y estas fotos parecen haberse olvidado. Las cotas de popularidad de Federico X continúan altas, pese a este último escándalo, y la monarquía sigue siendo una institución respetada, a pesar de que es bien conocido que el nuevo Rey nunca quiso serlo y ha tenido que acabar aceptando su destino, con el espíritu de sacrificio que se le exige a un heredero al trono.

Federico X sucederá a su madre con 55 años. Durante su juventud, fue considerado un heredero díscolo que intentó rebelarse contra su sino –llegó a ser detenido por la policía porque le pillaron dejando que su novia borracha condujera su coche a gran velocidad–, aunque su matrimonio con la abogada australiana Mary Donaldson, tras cuatro años de noviazgo, y sus cuatro hijos le hicieron sentar la cabeza. El nuevo soberano es conocido por sus opiniones a favor de la ecología y de modernizar el trono.

La jornada de este domingo arrancará en el palacio de Christiansborg (Copenhague), el epicentro de la vida política danesa. En este enclave tienen su sede el Parlamento, la oficina del primer ministro y la Corte Suprema danesa. Federico y su mujer llegarán junto a su hijo heredero, Christian, en coche mientras que la reina Margarita lo hará en una carroza.

La soberana firmará su abdicación tras una reunión del Consejo de Estado y, desde este momento todas su responsabilidades recaerán en el nuevo rey. Tras este paso, el primogénito será proclamado monarca desde el balcón del castillo y se procederá a un saludo con 27 salvas y se arriará la bandera real en el palacio Amalienborg, la residencia oficial de la Familia Real danesa desde hace más de dos siglos.

Los nuevos reyes viajarán en carroza real desde el castillo de Christiansborg hasta su lugar de residencia. Los estándares reales también se trasladarán desde el hogar de la reina Margarita, el palacio Christian IX, hasta el del nuevo rey. Los dos palacios se encuentran en el mismo complejo de Amalienborg.

A pesar de la sobriedad de los actos, acordes al carácter nórdico, el lunes la familia real participará en los actos en el Parlamento danés para celebrar el cambio en el trono y ese mismo día también tendrá lugar una recepción en Landstingsalen. Todos los actos de la proclamación se clausurarán el próximo domingo 21 de enero con un servicio religioso en la catedral de Aarhus. Tras la abdicación, Margarita seguirá ostentando el título de «Reina» y el tratamiento de «su Majestad».