Pacífico

Francia refuerza su despliegue policial en Nueva Caledonia y acusa a Azerbaiyán de espolear los disturbios

La muerte de un segundo gendarme por el «disparo accidental» de un compañero eleva a cinco el número de víctimas mortales

Paris (France), 16/05/2024.- France's Prime Minister Gabriel Attal addresses a press conference after a security and defense council at the Elysee palace in Paris, France, 16 May 2024. The meeting comes after three nights of clashes in France's riot-struck Pacific territory of New Caledonia, in protest to a reform changing voting rolls that representatives of the indigenous Kanak population say will dilute their vote. France deployed troops to New Caledonia's ports and international airport, ...
French Prime Minister holds presser after security council over unrest in New CaledoniaLUDOVIC MARIN / POOLAgencia EFE

Una grave crisis abierta en Nueva Caledonia le estalla a Emmanuel Macron a tres semanas de las elecciones europeas. El Gobierno francés ha decretado el estado de emergencia en este territorio de ultramar en el Pacífico tras confirmar la muerte de un segundo gendarme francés en los violentos disturbios que se han cobrado por el momento al menos otros cuatro muertos, unos de ellos un adolescente de 17 años en Numea, la capital territorial. El presidente francés ha suspendido su agenda en las últimas horas para tomar un control directo de la crisis tras haber estado delegando a inicios de semana en el titular de Interior, Gérald Darmanin y su primer ministro, Gabriel Attal, quien ha confirmado el envío de de 1.000 agentes adicionales que se sumarán a los 1.700 gendarmes ya desplegados.

Las protestas las ha desencadenado una reforma constitucional que se debatió en la Asamblea Nacional y que amplía el censo del electorado en las elecciones provinciales del territorio. Esto es interpretado como un golpe al movimiento independentista y a la población indígena, ya que abre la votación a recién llegados al territorio. Un movimiento político interpretado por los independistas como el último de una serie de agravios.

Las protestas subieron de intensidad violenta desde el lunes por la noche, en medio de disparos contra las fuerzas de seguridad, vehículos incendiados y tiendas saqueadas, en los peores disturbios que ha experimentado el territorio francés de ultramar desde la década de 1980. En respuesta, las autoridades desplegaron un fuerte contingente de seguridad, impusieron el toque de queda, prohibieron las reuniones públicas y cerraron el principal aeropuerto.

Según las autoridades francesas en el territorio, más de 130 personas han sido detenidas y más de 300 han resultado heridas en los disturbios. Además, una rebelión en la prisión de Camop-Est, en la que participaban unos 50 reclusos, fue mitigada después de que las fuerzas de seguridad recuperaran el control, según informaron las autoridades locales en la tarde del miércoles. Poco después, era el propio Macron quien advertía de que cualquier nuevo acto de violencia sería respondido con «firmeza» y pidió la reanudación del diálogo político para poner fin a los disturbios.

El líder independentista Daniel Goa ha tenido una posición ambivalente. Por un lado ha pedido en varias ocasiones a los jóvenes que «se fueran a casa», y ha condenado los saqueos pero siempre añadiendo que los disturbios «revelan la determinación de nuestros jóvenes de no dejarse dominar más por Francia». Por su parte, la principal figura del bando no independentista, la exministra Sonia Backes, denunció lo que calificó de racismo antiblanco de los manifestantes que quemaron la casa de su padre, un hombre de unos 70 años exfiltrado por las fuerzas de seguridad. «Si no le atacaron por ser mi padre, al menos le atacaron por ser blanco», ha afirmado en la cadena BFMTV.

Situada entre Australia e islas Fidji, Nueva Caledonia es uno de los territorios franceses que se extienden por todo el mundo, desde el Caribe y el Índico hasta el Pacífico, y que siguen formando parte de Francia en la era postcolonial. En el Acuerdo de Numea de 1998, Francia se comprometió a otorgar gradualmente más poder político a este territorio insular de casi 300.000 habitantes. En virtud del acuerdo, Nueva Caledonia ha celebrado tres referendos sobre sus vínculos con Francia, todos ellos rechazando la independencia. Pero esa opción conserva apoyos, sobre todo entre el pueblo indígena canaco.

El Acuerdo de Numea también ha supuesto que las listas de votantes de Nueva Caledonia no se hayan actualizado desde 1998, lo que significa que los residentes de la isla, llegados de la Francia continental o de otros lugares en los últimos 25 años, no tienen derecho a participar en los comicios provinciales. París ha tachado de «absurda» la exclusión del voto de una de cada cinco personas, mientras que los separatistas temen que la ampliación de las listas de votantes beneficie a los políticos profranceses.

Darmanin señala a Azerbaiyán

Gérald Darmanin ha acusado a Azerbaiyán de instigar los disturbios en una entrevista con el canal de televisión público France2. «Sobre Azerbaiyán, no es algo fantasioso, es una realidad (...) Lamento que parte de los líderes independentistas caledonios hayan cerrado un acuerdo con Azerbaiyán», declaró el ministro del Interior, que recordó que el régimen de Ilham Alíyev «es una dictadura que masacra» a parte de su población, por lo que a su juicio esta colaboración «da una idea» acerca de lo que supone la democracia para «algunos líderes» independentistas de Nueva Caledonia.

Bakú rechazó y calificó de infundadas las acusaciones de injerencia en Nueva Caledonia. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Ayjan Hajizadé, las consideró «ofensivas» y exigió «el fin de la campaña para denigrar a Azerbaiyán con acusaciones inaceptables de masacres de armenios». «Sería más apropiado para el ministro del Interior de Francia recordar la historia del brutal asesinato de millones de personas inocentes y los crímenes cometidos contra los pueblos indígenas, algo que ha sido parte de la política colonial francesa durante muchos años. En vez de acusar a Azerbaiyán de apoyar a los manifestantes a favor de la independencia en Nueva Caledonia, el ministro del Interior de Francia debería centrarse en los fracasos de su política de ultramar, que es la que ha provocado estas protestas», zanjó Hajizadé.